En el país 2 mil 310 ejidos y comunidades forestales –16 por ciento de las que cuentan con bosques y selvas– cuentan con autorización de aprovechamiento de bosques, el cual emplean para realizar un manejo sustentable que favorece la conservación y genera ingresos a las comunidades; aunque “las empresas forestales comunitarias deben competir en desventaja con la enorme cantidad de productos forestales de importación y los de origen ilegal”, señaló Lucía Madrid, coordinadora de operaciones estratégicas del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS).
La superficie autorizada para el aprovechamiento forestal maderable a ejidos y comunidades es de 4.1 millones de hectáreas, 80 por ciento de la superficie total autorizada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a nivel nacional, informó el Consejo al presentar la página de internet “Comunidades y bosques”, que reúne información sobre las comunidades que llevan a cabo la explotación legal de los bosques.
En un comunicado, expuso que si bien las comunidades y pueblos indígenas “han manejado y aprovechado los recursos naturales de sus territorios de forma ancestral, fue hasta finales de la década de los años 80 que recuperaron la soberanía para el aprovechamiento formal de sus recursos forestales, resultado de distintos movimientos campesinos que impulsaron la modificación al marco legal para evitar que sus predios se siguieran concesionando a empresas privadas y paraestatales”.
Los emprendimientos productivos forestales permiten a los núcleos agrarios generar ingresos y fuentes de empleo para mejorar su nivel de vida, así como asegurar la conservación en el largo plazo de los ecosistemas forestales y de la biodiversidad que albergan.
“Emprender un proyecto comunitario de aprovechamiento forestal en México es un camino cuesta arriba, dadas las condiciones de las políticas públicas, los requerimientos administrativos, laborales, fiscales, financieros y ambientales. Es enorme la cantidad de condiciones que deben cumplir en los núcleos agrarios, que además enfrentan un escenario de carencia y, sin embargo, su gran labor está invisibilizada”, destacó Sergio Madrid, director ejecutivo del CCMSS.
Impulsan procesos agrícolas libres de glifosato
La secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), la Semarnat y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) manifestaron su interés por impulsar procesos agrícolas libres de agroquímicos y glifosato que desarrollan agricultores en predios de escala comercial.
El 12 de junio pasado, en el ejido de Canán, municipio de Culiacán, Sinaloa, se realizó la trilla de una hectárea –de una superficie total de 600 hectáreas de maíz blanco– cultivada con métodos agroecológicos, correspondientes al ciclo otoño/invierno 2020-2021.
La recolección produjo un rendimiento de 14.28 toneladas por hectárea, con un costo por tonelada de 2 mil 800 pesos, es decir, 584 pesos por debajo de un predio testigo cultivado con agroquímicos, cuyo rendimiento fue de 14.7 toneladas por hectárea.