Siete años después de iniciadas las conversaciones para reformar las bases del sistema fiscal internacional, 130 países –entre ellos México– acordaron un impuesto mínimo global a las empresas transnacionales, el cual generará cerca de 150 mil millones de dólares más en ingresos fiscales, según estimaciones. Empantanada por un bloqueo de Estados Unidos, la medida logró avanzar sólo con el cambio de gobierno en ese país y una pandemia que exprimió las finanzas públicas alrededor del mundo.
El acuerdo que por años se debatió en el Marco Inclusivo sobre Política Fiscal Internacional, coordinado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), busca garantizar que las empresas multinacionales paguen impuestos en el sitio donde operan y obtienen beneficios, así como establecer un piso parejo para evitar los paraísos fiscales. El consenso al que llegaron 130 de 139 economías es un primer paso para que el proyecto opere del todo en 2023.
Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda, dijo en un mensaje en Twitter que es “factible que la tasa mínima global quede en 15 por ciento, con lo que se estima obtener una bolsa global de 500 mil millones de dólares. Para México serían, cuando menos, 30 mil millones de pesos”.
Se buscó a la Secretaría de Hacienda para explicar cómo los efectos de este acuerdo se materializarían en ingresos públicos. La dependencia se dio por enterada, pero optó por no responder.
La cantidad mencionada por Yorio equivale a 1.38 veces la captación, en mayo de este año, del impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) a gasolinas y diésel, que fue de 21 mil 703 millones de pesos.
El acuerdo anunciado ayer tiene dos componentes centrales: el pilar uno, el cual promueve que parte de los impuestos se paguen en los países donde las empresas tienen actividad comercial y ganancias –independientemente de que no tengan presencia física, como Google, Netflix, Amazon– y no todo donde registraron su domicilio fiscal. Esto generará una reasignación de derechos fiscales por más de 100 mil millones de pesos, de acuerdo con la OCDE.
Paquete histórico: OCDE
La otra parte es el pilar dos, el cual plantea un impuesto mínimo de 15 por ciento para las empresas. Según la OCDE esta base aportará cada año cerca de 150 mil millones de dólares en ingresos fiscales adicionales al nivel mundial; además, promoverá la estabilización del sistema tributario internacional y hará que las administraciones fiscales generen mas ingresos.
“Después de años de trabajo y negociaciones intensas, este histórico paquete garantizará que las grandes empresas multinacionales paguen el porcentaje justo de impuestos que les corresponde en todas partes”, dijo el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann.
Por su parte, Gabriel Yorio recalcó que “el objetivo es que el gravamen favorezca sistemas fiscales estables y justos. Con esta disposición en la OCDE, que es apoyada por México, se consolida un acuerdo global que probablemente será ratificado en el G-20, donde México también participa”.
La próxima semana el G-20 debatirá si respalda o no la propuesta del Grupo de los Siete (Alemania, Canadá, los Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido) que promueven un impuesto de 15 por ciento. Aunque Argentina ha pedido que se proponga una tasa más alta, Yorio adelantó que México irá con la propuesta de la potencias mundiales.