Louis Andriessen, aclamado compositor y pianista holandés, considerado un gigante de la música contemporánea, falleció a los 82 años en la ciudad de Weesp, en los Países Bajos.
Aunque no se dieron detalles de las causas, su muerte fue confirmada por su casa editora Boosey & Hawkes. En diciembre de 2019 se dio a conocer que padecía demencia, aunque la música fue persistente en su memoria fragmentada y seguía improvisando en el piano.
El músico estadunidense Steve Reich escribió ayer: “Fue el gran compositor neerlandés de nuestro tiempo. Fue un gusto conocerlo cuando ambos éramos jóvenes. Desde sus maravillosos De Staat y Hoketus mostró su amor por Stravinski y el jazz, hasta su profundamente reflexivo Writing to Vermeer, nos deja gran número de piezas provocativas e inteligentemente conmovedoras”.
La noticia originó el sentimiento de tristeza que se expandió en Internet, tanto por colegas, como John Adams y la mexicana Gabriela Ortiz, como por melómanos que recomendaron videos con diversas interpretaciones, entre las que se multiplicaron Unión de trabajadores (1975), Hoketus (1975-1976) y De Tijd (1979-1981), por ejemplo.
En marzo pasado se publicó el álbum The Only One, con “una de las obras finales de este compositor brillantemente influyente”, creada en 2018.
La Filarmónica de Los Ángeles, bajo la dirección de Esa-Pekka Salonen y la soprano Nora Fischer culminaron la grabación del ciclo de canciones orquestales, en el remanente de la pena que causó la noticia de la demencia de Andriessen. “No hay sensación de poderes menguantes ni pérdida de espíritu iconoclasta en sus 20 minutos desconcertantemente surrealistas”, escribió en su reseña la BBC.
Estrechó lazos con grandes autores, como el lenguaje de Reich, y se percibe la influencia de Ígor Stravinski en sus composiciones; fluyó el gusto por las big bands del jazz y el serialismo del siglo XX. Tiempo, materia y velocidad, palabras que compartieron nombre entre sus obras, también lo podrían definir.
En la década de 1970 fue uno de los fundadores de la llamada Escuela de La Haya, líder de la música contemporánea holandesa.
De Staat, la ruptura
Nació en Utrecht, el 6 de junio de 1939. Su padre y su tío también fueron compositores, al igual que sus hermanos, Jurriaan y Caecilia. En Italia y Alemania hizo estudios con Luciano Berio, gran representante de la vanguardia europea.
En 1976 emergió con un rompimiento revolucionario con De Staat, escrita para cantantes, vientos, cuerdas y guitarras eléctricas. Inspirada por La República, de Platón, reflexionó sobre la relación entre la música y la política.
Su catálogo es vasto, abarca música orquestal, de cámara, instrumental, coral, para piano, ópera, ballet, para cine y teatro; incluso, arreglos satíricos a obras de los Beatles. Colaboró con el cineasta Peter Greenaway en la ópera Writing to Vermeer (1997-98) y en la película M is for Man, Music, Mozart.
La Divina comedia, de Dante Alighieri, recordado este año a 700 años de su muerte; El príncipe, de Maquiavelo; la obra de George Sand, Nietzsche o Anaïs Nin, así como versos de Pavese, García Lorca y Rilke, son algunas referencias literarias que reinterpretó en sus piezas.
Al consignar la noticia del fallecimiento de Andriessen, la radio pública de Estados Unidos mencionó los rebeldes días de juventud del compositor, y relató que en 1969 junto con otros músicos, irrumpió en un concierto sinfónico en la histórica sala Concertgebouw, en Ámsterdam, para protestar por “el templo para la clases de élite y el moribundo estado de la programación musical”. El incidente quedó registrado como la “Acción del Cascanueces”, que significó un llamado de atención para la vida artística en los Países Bajos.