La Compañía Nacional de Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) regresará a sus actividades presenciales este 4 y 11 de julio en el Palacio de Bellas Artes, con dos conciertos donde se interpretarán obras de los compositores Giacomo Puccini, Ottorino Respighi, Giuseppe Verdi, Wolfgang Amadeus Mozart y Gabriel Fauré.
Lo anterior lo dio a conocer en conferencia virtual el director de Ópera de Bellas Artes, Alonso Escalante, quien estuvo acompañado por la mezzosoprano Rosa Muñoz e Iván López Reynoso, nombrado en diciembre pasado nuevo director artístico de la Ópera de Teatro de Bellas Artes.
López Reynoso explicó que el primer concierto el programa está conformado por piezas de Puccini, Respighi y Verdi, que en algún momento fueron contemporáneos. “Son tres obras de formato camerístico; esto es muy importante y es una coincidencia en el programa que las piezas fueron concebidas para cuarteto de cuerdas y posteriormente orquestadas”, añadió.
El director, que por primera vez dirigirá a la agrupación de manera presencial desde que fue nombrado, indicó que la obra de Puccini, Crisantemi, interpretada de manera virtual el pasado 10 de mayo, es una ofrenda floral para el público, en este concierto de rencuentro.
Al referirse a Il tramonto, de Respighi, López Reynoso expresó que se trata de una obra “conmovedora, profunda, emotiva, ideal para rencontrarnos con nuestras emociones, porque al final es la razón de ser de un concierto”.
Describió la obra de Respighi como una pequeña ópera de 10 minutos, porque es una historia de amor, narrada por la protagonista, que en este caso será la mezzosoprano Rosa Muñoz.
El primer concierto cerrará con la Sinfonía para cuerdas en Mi menor, compuesta por Giusseppe Verdi originalmente como su única obra para cuarteto de cuerdas, en 1873. La pieza es conocida por la combinación de las habilidades teatrales y melódicas del autor.
“Es, probablemente, una de las obras sinfónicas más importantes, complejas y virtuosas de Verdi. Es de dificultad muy elevada; demanda el máximo de cada atrilista, pero, al mismo tiempo, nos parece ideal para este regreso a las actividades presenciales de la orquesta.
“A final de cuentas es la obra de un gran compositor lírico que será interpretada por la orquesta especialista en el repertorio lírico del país: la Orquesta del Teatro de Bellas Artes.”
Para Rosa Muñoz, quien participará en el primer concierto, la partitura de Respighi retrata de manera intensa y emotiva el texto de Percy Bysshe Shelley. “Es un privilegio interpretar esta obra llena de grandes contrastes y fuerza vocal”.
Dos facetas de Mozart y Fauré
En el segundo concierto, que se ofrecerá el 11 de julio en el recinto de mármol, la OTBA, bajo la batuta de López Reynoso, interpretará un programa de música sacra y profana.
“Tiene como eje la doble faceta de Mozart y Fauré, porque presentaremos una obra profana y una sacra de cada uno. De Mozart presentaremos el Ave Verum Corpus, pequeña oración, motete maravilloso para cuerdas y coro; de obra profana, su Sinfonía número 27 en sol mayor, que no es de las que más se interpreten de ese compositor.”
El programa se complementa con la Pavana, de Gabriel Fauré, obra profana para coro y cuerdas, y el Cántico de Jean Racine, “fantástica” para coro y orquestas, que también se interpretará en formato de orquesta reducida.
El primer concierto presencial de la Ópera de Bellas Artes, que contará con todos los protocolos sanitarios de rigor, se realizará este 4 de julio a las 17 horas en la sala principal del Palacio de Bellas Artes (avenida Juárez s/n, Centro Histórico). El aforo será limitado a 25 por ciento de la luneta y el anfiteatro.