La falta de ejercicio físico, el consecuente incremento de peso y menos horas de sueño que han tenido los niños durante la pandemia afecta su ritmo de crecimiento. Se han vuelto frecuentes las consultas médicas por niñas que iniciaron su menstruación antes de los 10 años de edad y niños que no crecen y ya tienen 15 años, advirtió Carlos Antillón, endocrinólogo pediatra.
Explicó que, entre otros, la falta de sueño reduce la producción de la hormona de crecimiento y resulta que por ver series de televisión o estar en videojuegos, los niños se duermen a la una o dos de la mañana, que es el periodo de mayor generación de la sustancia que impulsa el desarrollo.
Lo más grave, dijo, es que a los adultos les parece normal que los niños se desvelen. No ponen atención porque deben trabajar, lo cual también ha repercutido en la calidad de los alimentos y la disminución de la actividad física.
Eso cambia cuando las niñas debutan con la menstruación y tienen 8 o 9 años. Es lo que se ha empezado a ver en los consultorios médicos, dijo el especialista. Antes de la pandemia atendía entre ocho y 10 personas con pubertad temprana durante el año. Ahora llegan unas cuatro por semana.
Este problema de salud siempre ha existido y aunque en el país se carece de estadísticas oficiales, el especialista comentó que hace cinco años se estimaba que entre 7 y 10 por ciento de la población infantil reportaba un crecimiento lento.
En el último año, la parálisis de las actividades económicas y escolares también afectó la atención que se debe mantener sobre el crecimiento de los niños. Destacó que generalmente los recién nacidos y hasta que cumplen uno o dos años tienen la atención completa de sus padres, lo que incluye las visitas periódicas al pediatra.
Después dejan de acudir y salvo que la lentitud en el crecimiento sea notoria, difícilmente se percatan del problema. Indicó que, en promedio, durante el primer año de vida los niños crecen 25 centímetros; entre el segundo y tercero, de 8 a 10 en cada uno; en la edad prescolar y escolar son de cinco a siete centímetros por año. En la pubertad las mujeres aumentan su estatura 8.3 centímetros por año y los niños 9.5.