Madrid. El contrato de Lionel Messi con el Barcelona expiró ayer, sin que el astro argentino ni el club hayan aclarado su futuro. Mientras el balompié internacional se mantiene en vilo ante la decisión de La Pulga, el club catalán se mostraba confiado en que podrá retener a su goleador estrella aunque ahora con una negociación abierta.
Es el culebrón del mercado estival: desde su primer contrato firmado en una servilleta el 14 de diciembre de 2000, Messi, que cumplió 34 años el 24 de junio, siempre ha estado ligado al Barça, donde alcanzó el éxito y fue galardonado seis veces como Balón de Oro.
Y aunque el presidente del club azulgrana, Joan Laporta, lanzó ayer un lacónico “tranquilos” a los periodistas, el futuro del delantero tiene en ascuas a los aficionados catalanes y hace soñar a los clubes ricos de Europa.
“Estamos haciendo todos los esfuerzos para que se quede. Debe encajar en el fairplay financiero y aunque me gustaría decir que Leo se queda, en estos momentos no puedo porque estamos en el proceso de encontrar la mejor solución”, reveló Joan Laporta a la cadena española Onda Cero.
Messi ha conquistado 35 títulos en 17 temporadas con el Barça. Lo ayudó a ganar la Liga de Campeones en cuatro ocasiones, la liga española en 10, la Copa del Rey en siete y la Supercopa de España en ocho.
De acuerdo con la prensa, Messi ya tiene una propuesta de renovación por dos años con el Barça, pero estarían “pendientes de algunos aspectos” para su firma.
El futuro de Messi ha sido un misterio desde que el club rechazó su petición de marcharse al concluir la temporada 2019-20. Terminó quedándose y anunciando que reconsideraría sus opciones cuando concluyera la campaña.
Desde entonces, Messi, ha mantenido la incertidumbre, dando sólo dos entrevistas en diciembre y al término del campeonato, insistiendo en que no tenía nada decidido.
Y podría mantener un poco más el suspenso, ocupado en la Copa América, donde destaca con Argentina: máximo goleador con tres tantos y mejor asistente con dos pases decisivos, también clasificó a la Albiceleste para los cuartos, donde se enfrentará a Ecuador.
Pese a todo, el Barça confía en la continuidad de su capitán, luego de que acudiera a votar en marzo en las elecciones que dieron la presidencia a Laporta, lo cual no había hecho nunca.
La elección de Laporta, con quien tiene una buena relación, ha pesado en la balanza y, desde su vuelta a la presidencia azulgrana, el mandatario se ha centrado en retener a su estrella, a pesar de su contrato estratosférico revelado en febrero, que ha tenido que adecuar a la dura situación financiera del Barça.
Pero lo más importante es el proyecto deportivo en la última temporada y de cara a la próxima. Con Ronald Koeman al mando, el Barça fichó al gran amigo de Messi, Sergio Agüero, y un delantero centro puro con Memphis Depay, a los que se une la eclosión de jóvenes como Ansu Fati, Pedri o Riqui Puig.
Ciertamente, la pasada temporada tuvo algunas decepciones deportivas: la eliminación ante el PSG en Champions (4-1, 1-1), o el haber dicho adiós a la Liga en su recta final.
Pero, en medio de todo eso, Messi volvió a ser el mejor romperredes del campeonato español (30 goles en 35 partidos), superó al rey Pelé como el mejor goleador de la historia en un único club, y se convirtió en el jugador que más veces ha vestido la camiseta azulgrana por delante de los 767 partidos de Xavi Hernández.
La prensa indicó que el nuevo contrato supondría una prolongación por dos años en el Barcelona y después una salida hacia la MLS, al Inter de Miami, para acabar su carrera. Pero la incertidumbre sigue corroyendo a los aficionados azulgranas, que ven a su estrella convertirse en jugador libre, mientras decide si se queda o se va.