Nueva York., Pionero de los afroestadunidenses en la televisión, comediante aclamado, encarnación del padre ideal, filántropo... Bill Cosby fue todo eso antes de transformarse en un paria acusado por decenas de mujeres de agresión sexual.
La Corte Suprema de Pensilvania anuló ayer su condena de tres a nueve años de prisión por haber drogado y abusado de una joven invitada a su casa en 2004.
Este nuevo fallo permitió a Cosby, de 83 años, recuperar su libertad tras pasar más de 24 meses en una cárcel estatal. La decisión de la Corte se basa en aspectos de procedimiento y no borrará la mancha que dejó su juicio.
Durante las tres semanas de audiencias en abril de 2018, se le vio cansado y aseguró estar parcialmente ciego; además, no pronunció una sola palabra mientras seis mujeres relataban sus supuestos abusos, entre ellas Andrea Constand, la única que logró llevarlo a juicio por no estar prescritas sus acusaciones.
La imagen chocaba con la del hombre que había sido: lanzado, de carisma natural y voz ronca, capaz de hacer reír al público con sólo levantar las cejas.
William Henry Cosby Jr fue el primer actor negro que ocupó un papel protagónico en una exitosa serie televisiva, I Spy. También lo fue en ganar un Emmy, el mayor premio de la televisión estadunidense, por su papel en esta serie, en 1966. Obtuvo otros dos en 1967 y 1968, algo nunca visto en la época.
Antes de la televisión, Cosby trabajó en teatro y fue sobre sus escenarios que comenzó a imprimir su marca en la cultura popular de Estados Unidos.
Sus shows unipersonales marcaron a varias generaciones de humoristas, con Jerry Seinfeld a la cabeza, por su capacidad de trasladar a un público su universo, al tiempo que usaba un lenguaje desprovisto de toda vulgaridad.
Aunque pasó también por el cine (Uptown Saturday night, con Sidney Poitier en 1974, entre otras), fue en la televisión que se consagró, sobre todo con El show de Bill Cosby que creó y que se emitió entre 1984 y 1992.
Esta serie sobre una familia negra burguesa, unida en torno a la figura patriarcal de Cliff Huxtable, respetado ginecólogo con gran sentido del humor, le valió dos Globos de Oro y muchos otros galardones.
“No tendríamos, probablemente”, un Barack Obama en la Casa Blanca “si no hubiéramos tenido The Cosby Show”, estimó en 2013 la presentadora Oprah Winfrey. Ese programa “hizo descubrir a Estados Unidos una manera de ver a los negros y la cultura negra que no conocían”.
Con su imagen de padre ideal que fuera de pantallas hacía apología de los valores familiares y alentaba a los jóvenes negros a no abandonar sus estudios, Cosby fue ejemplo para la comunidad afroestadunidense.
Su caída fue traumática, y muchos de sus admiradores se sintieron traicionados.
Nacido el 12 de julio de 1937 en Filadelfia, el actor creció con una madre que se ocupaba de tareas de limpieza, un padre que era cocinero en la Marina y tres hermanos, mientras se ganaba rápidamente una reputación de payaso en su clase.
Tras entrar a la Marina a finales de los años 50, obtuvo gracias a sus habilidades atléticas una beca para la Universidad Temple en Filadelfia en 1961, antes de debutar como comediante en escenarios de teatros de improvisación.
Durante largo tiempo fue administrador honorario de Temple; fue despedido del consejo de administración en 2014, cuando comenzaban a conocerse las denuncias de agresión sexual en su contra. A fines de 2015 fue inculpado formalmente de agredir sexualmente a Constand.
Perdió muchos otros títulos honoríficos y casi todos sus apoyos mediáticos, como el de la cantante Jill Scott y el de la actriz Whoopi Goldberg.
Durante el segundo proceso ninguna celebridad fue a apoyarlo al tribunal.
Su esposa, Camille, con quien tuvo cinco hijos –uno de ellos, Ennis, fue asesinado a balazos en 1997– aún continúa a su lado clamando por su inocencia.
Reacciones
Las reacciones al fallo no se hicieron esperar: “El señor Cosby nunca debió ser enjuiciado por esas ofensas. Los fiscales de distrito no pueden cambiar esto simplemente por su motivación política”, según Jennifer Bonjean, abogada de Cosby. Sin embargo, Stewart Ryan, uno de los principales fiscales involucrados en el caso, en una entrevista afirmó: “Cuando miras lo que pasó, el hecho de que un jurado llegó a una conclusión después de un juicio en el que se escucharon evidencias, no había nada en la opinión de hoy que le restara valor a ello. Creo que es importante para la gente como Andrea y otras mujeres que denunciaron”.
La actriz y activista Amber Tamblyn sostuvo: “Estoy furiosa por escuchar esa noticia. Conozco personalmente a las mujeres que este hombre drogó y violó cuando estaban inconscientes. Vergüenza para la Corte y esta decisión”. Lisa Banks, abogada del movimiento #MeToo, consideró: “Definitivamente la óptica de esto es terrible, pero el mensaje tiene que ser muy claro y simple, esto fue un error de los fiscales, muy inusual y técnicamente es poco probable que ocurra de nuevo”.
La actriz Rosanna Arquette destacó: “Conozco a muchos jóvenes, mujeres y hombres, que tienen tanto miedo de presentar cargos contra su violador y volver a traumatizarse; estoy desconsolada por escuchar la noticia de la liberación de Cosby. Es repugnante. Mi corazón está con mis hermanas supervivientes. Tenemos trabajo que hacer”.