Integrantes del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México exigieron a los líderes de las 40 secciones que lo conforman, abrir la elección a la presidencia del gremio para que cualquier sindicalizado pueda participar en el proceso.
Luego de que en el pasado congreso general extraordinario se aprobara que los candidatos deberán tener el apoyo de al menos ocho secretarios generales, con el pretexto de contar con un aspirante de unidad, crearon el grupo denominado Transformación Sindical, encabezado por el ex dirigente de la sección 1 de limpia y transporte, Maximiliano García, quien busca conducir al gremio.
Los inconformes iniciaron manifestaciones esta semana para denunciar las reglas impuestas, que tienen como propósito que el sindicato siga en manos de las personas que lo han dirigido 12 años.
Durante un mitín en el Zócalo y ante cientos de personas, García retó a un debate público frente a los trabajadores a quien sea aspirante de los secretarios generales, con el fin de tratar temas como el uso de las cuotas sindicales y que rindan cuentas a los agremiados.
“Los reto a que, si no tienen miedo, abran el proceso electoral para que cualquier compañero que quiera se inscriba y participe por la presidencia de nuestro glorioso Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la ciudad, tal y como lo marca la ley electoral.”
En entrevista, denunció que a una semana de haberse efectuado el congreso en el que se determinó la desaparición de la dirigencia provisional, encabezada por el Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, así como la reforma de los estatutos del organismo, los secretarios generales de las secciones se niegan a hacer públicas las modificaciones.
Sin embargo, confió en que dicha reforma no sea avalada por el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, que se prevé analice ese asunto en la sesión que tendrá hoy, ya que no es acorde con lo establecido en la ley laboral, pues para empezar, dijo, debe ser aprobada por todos los trabajadores.
Señaló que de darse el caso y el tribunal dé el visto bueno a la reforma estatutaria, podría generar un conflicto en el marco del capítulo 23 del Tratado de Libre Comercio, por lo que advirtió que interpondrá un juicio de nulidad o de amparo.
“Nosotros creemos que el tribunal no va a caer en ninguna contradicción y tendrán que pedir que se modifiquen los estatutos en los términos que establece la ley, que incluye ponerlos a consideración de los trabajadores.”