La migración no se frenó ni en los momentos más graves de la pandemia por Covid-19, aunque sí hubo una reducción notable en el segundo trimestre de 2020.
Según un análisis publicado en la revista Movilidades de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas de la Secretaría de Gobernación, las cifras se han recuperado paulatinamente desde el tercer trimestre del año pasado.
Así por ejemplo se muestra que las personas migrantes presentadas ante las autoridades mexicanas en 2020 fueron 14 mil en enero y bajó a alrededor de 2 mil en abril, mayo y junio. En los meses subsiguientes, la cifra se incrementó. En octubre pasado alcanzó 12 mil.
Al margen de los datos, refiere el documento elaborado por Mónica Martínez de la Peña y María Susana Zamora, la migración no se va a detener por la pandemia. En cambio, la enfermedad puso a prueba los sistemas de salud de los países y evidenció que el cierre de fronteras no es la solución para hacerle frente.
Esto sobre todo si se considera la necesidad de migrar que vivió mucha gente en Centroamérica debido a las catástrofes asociadas a fenómenos naturales que ocurrieron de manera paralela a la pandemia.
El análisis recuerda que a principios de noviembre de 2020, se formaron dos poderosos huracanes en el Golfo de México. Primero fue Eta y una semana después Iota.
Los dos causaron graves daños en América Central, región que se caracteriza por un alto grado de movilidad y migración internacional con dirección predominantemente a Norteamérica.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) estimó que ambos huracanes dejaron más de 9.9 millones de personas afectadas, decenas de comunidades incomunicadas e inaccesibles por inundaciones y deslizamientos y 740 instalaciones de salud con problemas.
El documento destaca que las tendencias migratorias que comenzaron a presentarse durante el primer trimestre de 2021 muestran que la movilidad humana pudo solo haber estado en un impasse que tenderá a sus cauces regulares una vez que aminoren las restricciones a la movilidad.