Los factores socioeconómicos y estructurales han jugado un papel significativo en la configuración del curso de la pandemia de Covid-19 en el país, señaló Neftalí Antonio Villa, del programa de Estudios Combinados en Medicina de la Facultad de Medicina de la UNAM.
En la Ciudad de México, dijo, se observó mayor carga de resultados adversos en adultos jubilados, trabajadores del hogar, personas que laboran en la informalidad y desempleados.
Ante este panorama, apremió a atender la desigualdad, aumentar el acceso a la atención médica y promover estilos de vida saludables.
En una sesión virtual del seminario permanente de salud pública, organizado por dicha facultad, expuso que las alcaldías catalogadas con mayor rezago y densidad poblacional en la Ciudad de México: Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Iztacalco y Azcapotzalco, tuvieron el mayor impacto por Covid-19.
Destacó que el exceso de mortalidad por causas no relacionadas directamente con el SARS-CoV-2 ocurrió también en las demarcaciones con alta desigualdad social. “La reconversión hospitalaria afectó gravemente las causas no Covid-19, es decir, las enfermedades crónico-degenerativas que requerían atención continua, lamentablemente tuvieron que ser mandadas a domicilio, y gran parte de esta población probablemente pudo haber fallecido”.
Añadió que el rezago social independiente de la densidad poblacional fue un factor de riesgo no sólo para los resultados adversos por Covid-19, sino también para que el efecto de la movilidad vehicular surtiera un resultado benéfico.