Bogotá. El gobierno del presidente de Colombia, Iván Duque, omitió informar que durante la conversación telefónica sostenida antier con el mandatario de Estados Unidos, Joe Biden, éste expresó su apoyo a “los derechos de los manifestantes pacíficos”, cuando se cumplen dos meses del estallido social que ha dejado decenas de muertos en la nación sudamericana.
La Casa del Nariño mencionó en un comunicado que ambos mandatarios hablaron del atentado que sufrió Duque el viernes pasado en su helicóptero, el cambio climático, la migración venezolana, la reactivación económica y la vacunación contra el Covid-19 con la donación de Washington a Bogotá de 2.5 millones de vacunas de la farmacéutica belga Janssen, pero no abordó el tema de las recientes protestas antigubernamentales.
La Casa Blanca resaltó en un breve texto que “el presidente Biden también expresó su apoyo a los derechos de los manifestantes pacíficos, subrayó que la aplicación de la ley debe estar sujeta a los más altos estándares de responsabilidad y condenó los actos de violencia y vandalismo sin sentido”.
El motivo principal de la llamada de Biden fue, según el gobierno estadunidense, expresarle su “apoyo” a Duque por el atentado que sufrió en el Norte de Santander, limítrofe con Venezuela. Además anunció la donación a Colombia de 2.5 millones de vacunas contra el Covid-19 de la farmacéutica Janssen, aunque ninguno de los dos documentos ofreció detalles sobre la entrega.
El mandatario estadunidense “subrayó la importancia de expandir el consenso internacional a favor de negociaciones exhaustivas, que lleven a la convocatoria de elecciones libres y justas” en Venezuela, agregó la Casa Blanca.
“Al comunicado de Colombia sobre la llamada Biden-Duque le faltó un pequeño detalle”, tuiteó José Manuel Vivanco, director para las Américas de la organización Human Rights Watch, lo que generó polémica en redes sociales.
Las protestas en Colombia comenzaron el 28 de abril en oposición a una reforma fiscal que fue retirada. Aunque la mayoría de las manifestaciones son pacíficas, varias han terminaron con actos de vandalismo y enfrentamientos entre manifestantes y la policía. La represión policial ha dejado 44 homicidios hasta el pasado día 26, según un recuento de la ONG Temblores.
En las protestas de ayer la caravana en la que se movilizaba la ministra de Transporte, Ángela María Orozco, fue atacada a pedradas tras finalizar un acto –al cual acudió Duque acompañado de la alcadesa de Bogotá, Claudia López, y otros altos funcionarios– en la localidad bogotana de Suba, sin que nadie resultara herido.
Se informó que una de las camionetas escoltas de Orozco fue la que recibió las pedradas y ningún funcionario estuvo en peligro.
Emilio Archila, encargado presidencial del diálogo con el Comité Nacional del Paro, el movimiento más visible del movimiento a nivel nacional, indicó a la agencia de noticias Reuters que el gobierno mantiene abierta la puerta para dialogar con los líderes de las protestas, respeta las manifestaciones pacíficas, pero si desbordan en vandalismo y violencia las enfrentará enérgicamente y con estrictas garantías legales.