Ciudad de México. Los planes de renovación de las hidroeléctricas en México mantienen incertidumbre en la inversión debido a factores como la menor precipitación pluvial y el uso agrícola del líquido, dijo la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) en su reporte anual en la materia, documento en el que también señaló que el país trabaja en la modernización de sus plantas.
Rocío Nahle García, titular de la Secretaría de Energía (Sener), explicó en un mensaje de Twitter que en el gobierno federal a través de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se enfoca en aumentar la proporción de la energía generada a través de este tipo de fuentes, pues es “constante y barata”.
De acuerdo con la empresa estatal, en la actualidad la capacidad instalada en las hidroeléctricas es de 12 mil 150 megawatts. Sin embargo, debido a que la mayor parte fueron construidas durante la década de los 60, los equipos están al límite de su funcionamiento.
Por ello, la CFE presentó al presidente Andrés Manuel López Obrador un programa de repotenciación y modernización de las centrales para tener mayor eficiencia y generar energía eléctrica adicional.
El objetivo es que para 2050, cuando la matriz energética de México ya esté más conformada por el uso de energías renovables, la generación hidroeléctrica aporte el 10 por ciento del total.
Más de la mitad de adición neta de la capacidad hidroeléctrica en México se originará de la modernización de plantas, es decir, de la expansión y reparación de las instalaciones, comentó la IEA.
La nueva capacidad sólo provendrá de la construcción de una planta, pues “preocupaciones sobre los impactos ambientales de centrales más grandes y las sequías en la capacidad de generación actual han hecho que el gobierno limite la construcción de la nueva capacidad de nuevas reservas”, mencionó.
“Los últimos planes de expansión de México se centran en modernizar su flota envejecida y construir instalaciones en el paso de ríos”, dijo.
“Sin embargo, el atractivo económico de invertir en la modernización tiene un pronóstico de incertidumbre”, explicó.
Esto se debe a la perspectiva que se tiene sobre la disminución de agua de lluvia, pero también por la necesidad del uso del líquido en el sector agrícola, destacó.
El reporte de la IEA subrayó que se espera que la capacidad hidroeléctrica de América del Norte aumente en 8.6 GW durante 2021-2030, impulsada por Canadá, seguido por Estados Unidos y México.
En territorio estadunidense el aumento provendrá de la remodelación de presas sin motor, mientras que en México ha destinado pequeñas plantas que utilizan el paso de los ríos en el plan de desarrollo, añadió.
El cambio climático plantea un desafío cada vez mayor para la energía hidroeléctrica en América Latina, que representa aproximadamente el 45 por ciento de la generación de electricidad de la región, agregó.
En ese sentido, insistió que al igual que en otros países, en territorio mexicano existe una disminución de precipitaciones pluviales y escurrimientos.