La idea de visitar la consulta del médico con síntomas de una enfermedad y salir con un diagnóstico confirmado científicamente está mucho más cerca de la realidad gracias a la nueva tecnología desarrollada por investigadores de la Universidad McMaster, en Canadá, que puede detectar infecciones en minutos sin necesidad de laboratorio.
Investigadores de ingeniería, bioquímica y medicina de todo el campus sumaron sus conocimientos para crear una prueba rápida manual a fin de detectar infecciones bacterianas, la cual puede producir resultados precisos y fiables en menos de una hora.
La investigación, publicada en Nature Chemistry, describe específicamente la eficacia de la prueba para diagnosticar infecciones del tracto urinario a partir de muestras clínicas reales. Los investigadores la están adaptando para detectar otras formas de bacterias y el diagnóstico rápido de virus, incluido el SARS-CoV-2, que causa el Covid-19. También tienen previsto probar su viabilidad a fin de hallar marcadores de cáncer.
“Va a suponer que los pacientes puedan recibir un mejor tratamiento, resultados más rápidos y evitar complicaciones graves. También puede evitar el uso innecesario de antibióticos, lo que permitirá ganar tiempo en la batalla contra la resistencia a los antimicrobianos”, aseguró Leyla Soleymani, coautora del artículo y profesora asociada de ingeniería física.
Va a cualquier parte
“Creo que esta tecnología es un paso hacia la democratización del diagnóstico y el manejo de enfermedades”, destacó Richa Pandey, autora principal del estudio e investigadora posdoctoral en el laboratorio de Soleymani. “Puede ir a cualquier parte del mundo donde se necesiten pruebas”.
“Esto dará a los médicos la ciencia para apoyar lo que ya sospechan basándose en sus habilidades y experiencia”, añadió el coautor Yingfu Li, profesor de bioquímica y ciencias biomédicas.
El invento combina tecnología de ingeniería electroquímica creada por Soleymani y su equipo con tecnología bioquímica desarrollada por Li y su colega Dingran Chang. Trabajaron con el clínico de enfermedades infecciosas Marek Smeija, profesor de medicina que proporcionó muestras de pacientes reales, y con Todd Hoare, profesor de ingeniería química.
“Como científicos, queremos habilitar las cosas. Estamos bien informados en diferentes principios científicos y de ingeniería, y cuando los pones juntos para ayudar a la gente, ese es un sentimiento especial. Tener la oportunidad de impactar a la sociedad es la razón por la que todos hacemos este trabajo”, sostuvo Li.
La nueva tecnología, basada en el ADN, utiliza un dispositivo portátil parecido a un medidor de glucosa en la sangre. Un microchip analiza una gota de fluido corporal como la sangre, la orina o la saliva, utilizando moléculas que pueden detectar la firma proteica específica de una infección. El dispositivo, del tamaño de una memoria USB, se conecta a un telélefono inteligente, el cual muestra el resultado.