En reuniones por separado, el presidente Andrés Manuel López Obrador dialogó con los gobernadores de Chihuahua, Javier Corral, y de Jalisco, Enrique Alfaro, para concretar agendas de trabajo, superar “momentos difíciles” y “limar asperezas”.
Por la mañana, el jefe del Ejecutivo federal recibió en su oficina en Palacio Nacional al gobernador de Chihuahua, emanado del PAN, y quien se encuentra en los últimos meses de su gestión.
Luego de que el envío de agua a Estados Unidos, como parte de un tratado con ese país, tensó la relación entre ambos gobiernos, el tema “quedó superado”, indicó Corral al salir del recinto.
Dialogaron sobre seguridad, migración, el proceso de extradición del ex gobernador de esa entidad César Duarte y mecanismos para destinar recursos para la recta final del gobierno estatal.
“Hemos limado nuestras asperezas, sin dejar de reconocer que tenemos diferencias, pero incluso sobre esas diferencias el Presidente y yo hemos concluido el día de hoy que tenemos muchas más coincidencias que divergencias”, indicó Corral.
Mientras que por la tarde, López Obrador se reunió con el gobernador de Jalisco, emanado de Movimiento Ciudadano. Acordaron que el próximo martes se reunirán integrantes del gabinete federal y del estatal para “poder desahogar algunas cuestiones en materia de seguridad, de agua, de infraestructura para transporte público y carreteras”.
Alfaro consideró que fue una “muy buena reunión”, cordial y con apertura, en la que se afinaron temas con el objetivo de que la coordinación “pueda ser cada día mejor, que podamos superar los momentos difíciles que hemos pasado” y que haya una relación productiva.