Los jueces en México están muy desacreditados, “viven como en el Castillo de la Pureza; es cosa de ver cuántos presos hay sin sentencia”, expuso el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En el Salón Tesorería pidió se desplegara una imagen de una encuesta del INEGI sobre la confianza de la población en las instituciones.
Solo debajo de la policía de tránsito -que es la primera en la lista de descrédito- se encuentran los jueces que son rechazados por la ciudadanía con un 70 por ciento, debajo la policía municipal con 69.7, y el ministerio público 65.9.
Así, también reclamó que un ministro de la Suprema Corte gane medio millón de pesos al mes:
“No es posible que un ministro llegue a reunir 500 mil pesos mensuales. Y el que recibe ese dinero ya no da confianza, ese es un mal indicio, una mala señal. Vamos a arreglarlo”.