Mekele. Las fuerzas leales a las anteriores autoridades de Tigray, que se enfrentan al gobierno federal, recuperaron ayer Mekele, capital de esta región del norte de Etiopía donde el gobierno desalojó a sus representantes y decretó un alto el fuego.
Los combatientes, que se hacen llamar Fuerzas de Defensa de Tigray (TDF, por sus siglas en inglés), “tomaron el control de la ciudad”, declaró a la agencia de noticias Afp un miembro del gobierno interino regional que pidió el anonimato.
Un periodista de Afp confirmó que esas tropas llegaron a bordo de camiones y automóviles.
Mekele fue tomada por el ejército federal el 28 de noviembre de 2020, tres semanas después de que el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, lanzó una ofensiva tras acusar al ex gobernante Frente de Liberación el Pueblo de Tigray de haber atacado dos bases del ejército federal. El Frente negó el ataque y acusó a Adis Abeba de inventar un pretexto para la intervención militar.
En principio, la operación debía ser breve, según el primer ministro, pero los combates continúan y han dejado al borde de la hambruna al menos a 350 mil personas, según la Organización de Naciones Unidas (ONU).
La semana pasada, las TDF lanzaron una ofensiva que coincidió con la celebración de las elecciones nacionales anticipadas.
El gobierno etíope informó: “a partir de hoy, 28 de junio, se ha declarado un alto el fuego unilateral e incondicional”.
Poco antes, la administración interina de Tigray, designada por la autoridad central, huyó de Mekele y pidió un cese el fuego por motivos humanitarios.
La entrada de los rebeldes dio lugar a escenas de júbilo, con combatientes disparando al aire y los vecinos saliendo a las calles ondeando la bandera de Tigray.
“Todo el mundo está excitado, hay música en las calles”, contó un residente.
El cese de hostilidades “permitirá a los campesinos arar sus tierras, a los grupos de ayuda operar sin interferencia militar y dialogar con los remanentes del antiguo partido gobernante de Tigray que deseen la paz”, indicó el gobierno etíope en su comunicado.
Añadió, sin embargo, que continuarán los intentos de llevar a la justicia a los ex gobernantes de Tigray.
La tregua durará por lo menos hasta el fin de la temporada de siembra, es decir, en septiembre.
No hubo reacción inmediata a la tregua de los combatientes de Tigray, con los cuales hasta ahora el gobierno etíope se niega a dialogar. Tampoco hubo reacción de la vecina Eritrea, cuyos soldados han sido acusados de atrocidades.
Miles de personas han muerto en el conflicto en el que Etiopía y fuerzas aliadas han estado persiguiendo a los antiguos líderes de Tigray y sus partidarios.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, consideró los acontecimientos “preocupantes”.