Moscú. Unos 151 mil enfermos de Covid-19 están hospitalizados en Rusia, anunció el martes el ministro de Salud, Mijaíl Murashko, que alertó que la situación es "tensa" puesto que solo hay disponibles 182 mil camas.
"Hay 182 mil camas y 151 mil pacientes están siendo atendidos" dijo en una reunión gubernamental consagrada al nuevo aumento de contagios debido a la variante Delta de la pandemia.
Un total de 652 personas murieron por covid-19 en Rusia en las últimas 24 horas, una cifra récord desde que irrumpió la pandemia en el país, provocada esencialmente por la variante Delta del virus, mucho más contagiosa, informó el gobierno.
El anterior pico se produjo a finales de diciembre, cuando Rusia sufrió una segunda ola.
San Petersburgo, la segunda ciudad de Rusia, que acogerá el viernes un partido de los cuartos de final de la Eurocopa de futbol, registró 119 fallecidos. Moscú, principal foco de contagios y decesos, contabilizó 121 muertos.
El país registró 20 mil 616 nuevas infecciones en un día, de acuerdo con el balance oficial.
En total, Rusia ya registra 134 mil 545 fallecidos por coronavirus, según el gobierno, la cifra más alta de Europa.
Pero la agencia de estadísticas Rosstat, que tiene una definición más amplia de las muertes relacionadas con el covid-19, contabilizó unas 270 mil a finales de abril.
Rusia, y Moscú en particular, se ha visto afectada en las últimas semanas por la variante Delta, motivo de preocupación en todo el mundo.
Las camas dedicadas a los pacientes de Covid-19 en los hospitales de Moscú están ocupadas en un 75%, apenas dos semanas después de que las autoridades municipales dieran la alarma.
Desde entonces impusieron las primeras restricciones en casi seis meses, pero al igual que con la ola invernal, rechazan un confinamiento estricto para preservar la economía.
En un intento de contener la epidemia, Moscú volvió a imponer el teletrabajo para al menos el 30% de los empleados no vacunados, hizo obligatoria la vacunación de los trabajadores del sector servicios y creó una tarjeta sanitaria para los restaurantes.
La campaña de inmunización lleva retraso desde diciembre, en un contexto de desconfianza de la población hacia las vacunas rusas y a pesar de los reiterados llamamientos del presidente Vladimir Putin.