Como parte del griterío de la supuesta oposición y la infodemia fascistoide que promueve, a un grupo de cretinos se les ocurrió difundir en redes sociales que el doctor Hugo López-Gatell calificó de “golpistas” a los niños con cáncer, lo que no sólo es a todas lu-ces falso, sino realmente repugnante por quienes promueven la desinformación. Pura basura.
El Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud participó en el programa televisivo El Chamuco, durante el cual habló sobre la infodemia promovida por grupos de derecha. Además, detalló cómo se hacían jugosos negocios en el sector salud durante los pasados gobiernos, en el que participaban (¡sorpresa!) quienes hoy estimulan la infodemia. Esto último, desde luego, quedó fuera de la arremetida de esos facinerosos en redes sociales.
Lo que López-Gattel sí dijo es que ese tipo de campañas, “esta narración se ha conectado en Latinoamérica con golpes de Estado y esta idea de los niños con cáncer que no tienen medicinas cada vez la vemos más posicionada como parte de una campaña más allá del país de los grupos de derecha internacionales que están buscando crear esta ola de simpatía en la ciudadanía mexicana ya con una visión casi golpista”. Entonces, nada que ver con lo difundido en redes sociales.
Sobre el abasto de fármacos, el funcio-nario dijo a El Fisgón, Rapé y Hernández (se respeta la sintaxis): “tenemos documentado que grupos de ciertos partidos políticos –clara y abiertamente el PRI y el PAN– donde tenemos ex funcionarios, ex legisladores, de esos dos partidos que participaron en el jugoso negocio de la corrupción del abasto de medicamentos en administraciones pasadas. Ninguna sorpresa: sexenios de Fox, Calderón y Peña Nieto. Y hoy están profundamente dolidos porque hemos cambiado la lógica de adquisición de medicamentos y abierto al mercado mundial, quitando monopolios y oligopolios locales donde ellos tenían una participación mayoritaria”.
Ése es el dolor que les provoca, “y se agarraron de bandera de algo que es socialmente muy sensible, la niñez y el cáncer, que es una enfermedad que está asociada con el dolor humano y sufrimiento. Entonces, crearon esta fórmula de los niños con cáncer que no tienen medicinas. Esta es una mentira, si cualquiera quiere hacer una constatación rápida podría hacerse esta pregunta: si los niños con cáncer en México no tienen medicamentos, ¿por qué sólo vemos a 20 personas haciendo manifestaciones, cerrando el aeropuerto… ? Son las mismas 20 personas desde que empezó el sexenio. Entonces, ahí uno empieza a darse cuenta de que son grupos fomentados, fabricados…
“En el caso de los fármacos contra el cáncer a una sola compañía mexicana, que corrompió brutalmente el sistema desde el sexenio de Calderón, le hemos ido descubriendo, una tras otra, graves fallas en la producción de estos medicamentos. Se le han cerrado plantas, pero operó sus circuitos de corrupción dentro de la Cofepris y una ex directora les abrió la planta (está en proceso de investigación). Esos son los intereses perversos que están defendiendo. Hablamos de 100 mil millones de pesos al año”.
López-Gattel detalló: “La industria farmacéutica en México es un conjunto de com-pañías (unas mil 400 de todos tamaños), pero las dominantes son 10 grandes internacionales y 10 grandes nacionales. Para vender medicinas al sector público, que les representa 80 por ciento de sus ventas, sólo podían hacerlo a través de siete compañías de distribución. Tres de éstas concentraron 70 por ciento del mercado público de fármacos en los dos últimos sexenios”.
Y la cereza que no aparece en ninguno de los “reclamos” en redes sociales: esas siete distribuidoras estaban ligadas, como accionistas, “con ex senadores de varios partidos, en especial del PRI y del PAN, algunos incluso senadores que tienen herederas senadoras, ex gobernadores que tienen familias de legisladores. Por eso están tan irritados, su negocio se les está desmantelando. Y cada vez que vienen contratos, adjudicaciones, licitaciones hay repunte, rebrote de desinformación”.
Las rebanadas del pastel
Parece que en el pasado proceso electoral hubo más que descalificación, insulto, abyección y ausencia de propuestas: la Unidad de Inteligencia Financiera detectó a 12 candidatos, y contando, que habrían recibido financiamiento ilícito, más el uso de empresas factureras para justificar gastos no realizados.