Mónica del Real nunca se sintió reconocida con el pronombre ella. Algo muy adentro la hacía pensar desde otra coordenada de género. Por eso eligió el taekwondo como deporte, aunque en su casa lo consideraban actividad de niños, ese tipo de ocupaciones la hacían reconocerse, sentirse más cómoda. Y en ese arte marcial, cuando aún le asignaban socialmente el pronombre ella, destacó y consiguió éxitos incomparables.
Mónica fue triple medallista mundial, ganó un oro en Juegos Panamericanos y compitió en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000. Esta última experiencia fue el clímax de su trayectoria y decidió retirarse de las competencias. Ahí inició un recorrido para encontrar su lado más genuino, el único al que quería pertenecer, como hombre.
“Viví un doble duelo: dejar las competencias y la transición de sexo”, recuerda hoy ya como Ricardo del Real; “vi experiencias en otros países y encontré un equipo de especialistas para hacer mi transición”.
Lo más importante, sostiene Ricardo, es aprender a enfrentar una sociedad que no lo entiende. Desde sus diversas posiciones y como miembro permanente del Comité Olímpico Mexicano considera parte de su trabajo hacer visible a la comunidad LGBT y su inclusión en diversos campos sociales, entre ellos en el deporte.
La semana pasada se informó que la pesista neozelandesa Laurel Hubbard será la primera mujer trans en competir en unos Juegos Olímpicos. El reconocimiento a su derecho a participar fue celebrado por los sectores más progresistas del deporte, pero también generó reacciones adversas cercanas a la discriminación. Incluso entre otras atletas, quienes consideran que contaría con cierta ventaja, algo que rechazan las autoridades de la disciplina.
“Ha sido muy criticada y si ha cumplido con todos los controles exigidos, ¿por qué iban a impedirle competir?”, se pregunta molesto; “si ya la federación realizó la investigación, ya pasó los controles, no pueden impedirle competir”.
Ricardo está convencido de que el deporte debe hacer más visible la diversidad de la comunidad LGBT, ser más inclusivo con todas las posibilidades y sobre todo combatir la discriminación.