Sin más que su pasión por la música mexicana, Yrma Lydya se ha abierto las puertas de la televisión (ha cantado en unos 200 programas), el Teatro de la Ciudad, el Complejo Cultural Los Pinos y el Palacio de Bellas Artes, entre otros recintos.
Lo hizo, además, con apenas 20 años de edad y esto ha sido posible porque Yrma no pierde el tiempo, pues ya tiene publicados tres discos y prepara el siguiente.
“Mi cuarta producción contendrá una visión fresca de las canciones mexicanas; será una mezcla de temas conocidos con algunos inéditos; todos, con el estilo que más me gusta, el bolero ranchero con acompañamiento de mariachi”, género con el que se ha identificado, aunque canta cualquier género.
Su vocación por lo mexicano surgió desde los seis años, aunque, acota, “estudio música desde los dos años; de niña me preparé en el bel canto, pero en esa trayectoria me encontré con las partituras de José Alfredo Jiménez, de María Greever, de todos esos compositores que han dado brillo a la historia de la música en nuestro país”.
Yrma también es actriz. Ha participado en 10 telenovelas y seis obras de teatro. También tuvo formación dancística, en la Compañía Nacional de Danza y en The Royal Academy of Dance.
Regalo de Dios es el primer álbum de Yrma, publicado en 2015. Dos años después llegó Hablando claro, con el que comenzó a cantar en palenques y presentaciones en varias embajadas en México. En 2020 lanza Eternamente Yrma Lydya.
“Nada ha sido fácil –dice–, pero siempre he tenido claro que en esta carrera los obstáculos se superan con calidad. Cuando se ofrece la mayor calidad posible y se muestra respeto por el público, entonces es posible conseguir tus objetivos”.
La demostración de esta filosofía es que a los 18 años se presentó con la Orquesta de Cámara de Bellas Artes, luego en La hora nacional (en la que se ha presentado tres veces) y desde 2015 en los programas de televisión Fiesta Mexicana, Reventón Musical, La cantina del tunco y Toros, sol y sombra, entre otros.
“Hay una gran responsabilidad cuando se habla de nuestra cultura musical: vestuario, instrumentos, canciones. Eso me impulsó a dedicarme a la música mexicana, que no es sólo la canción ranchera, hay una enorme variedad que abarca también el bolero, la balada”, asegura.