Buenos Aires., El presidente de Argentina, Alberto Fernández, rindió homenaje ayer a los casi 100 mil muertos por Covid-19 en el país, en un acto en el Centro Cultural Kirchner (CCK) junto a representantes de distintos credos religiosos y de trabajadores esenciales.
“Esta es una ceremonia de recogimiento y reflexión en homenaje a las personas fallecidas por el Covid-19, por esta pandemia que azota a la humanidad. Las millones de personas fallecidas hasta ahora han conmocionado al mundo entero. Así como nos interpelan en lo más profundo las casi 100 mil personas fallecidas en nuestro país”, expresó el mandatario, el único orador del homenaje.
En presencia de casi todos los gobernadores y de la primera dama, Fabiola Yáñez, Fernández y algunos niños que lo acompañaban encendieron 24 velas en homenaje a las víctimas del coronavirus en las 24 provincias argentinas, tras lo cual se guardó un minuto de silencio.
“El virus es invisible pero agresivo, destruye e infringe mucho dolor”, lamentó el presidente en un breve mensaje leído en el acto realizado en el Salón de los Escudos del CCK y transmitido por la cadena oficial a través de todos los medios de comunicación.
Al final de la ceremonia, cada uno de los presentes colocó una rosa blanca al lado de las velas, mientras se escuchaba el Adiós Nonino, del compositor Astor Piazzola.
Así como hubo representantes de todos los credos religiosos, de pueblos originarios y de la comunidad afroargentina, la música interpretada abarcó desde la lírica al tango, del folclore al rock, mientras que la actriz Laura Novoa leyó poemas de reconocidos autores argentinos.
“Nuestro homenaje después de haber transitado este tiempo de dolor será construir una Argentina unida y solidaria, que cuide siempre la salud de sus habitantes... Cuidar, recuperar, reconstruir, así podemos mirar el futuro con memoria y esperanza”, dijo Fernández.
Argentina registra casi 4.4 millones de contagios y 92 mil 317 muertes por la enfermedad, según datos oficiales.
Por otra parte, Ecuador adiestra perros para detectar mediante el sudor a contagiados de Covid-19. En el hospital Pablo Arturo Suárez, de Quito, bomberos franceses adiestran a 15 perros, expertos en localizar personas, explosivos y drogas, así como a sus 15 guías humanos para rastrear bolas de algodón impregnadas del sudor de enfermos.
Autoridades de Australia, Malasia y Tailandia reimpusieron restricciones para contener rebrotes provocados por la variante delta, identificada por primera vez en India.
Más de 5 millones de residentes de la capital de Australia, Sídney, empezaron ayer dos semanas de estricto confinamiento tras la detección de más de 110 casos de Covid-19 vinculados con la tripulación de un vuelo internacional.
Tailandia reinstaurará hoy restricciones en el sector de restaurantes, la construcción y las reuniones en su capital Bangkok, mientras el gobierno de la vecina Malasia anunció la prórroga del confinamiento decretado hace un mes.
En esa misma zona, Bangladesh empieza hoy un severo confinamiento para evitar “una situación parecida a la de India”, con la que comparten frontera, dijo a la agencia de noticias Afp el portavoz del Ministerio de Salud, Robed Amin.
Indonesia batió ayer un récord de casos diarios de coronavirus, con más de 21 mil infecciones, mientras los hospitales se inundan de pacientes en Yakarta y en otros puntos del país, el más golpeado del sudeste asiático.
En Rusia, Moscú registró en las últimas 24 horas 144 decesos por esta enfermedad, el balance más mortífero en una urbe rusa. El sábado, la segunda ciudad del país, San Petersburgo, había batido el récord con 107 muertes.
El primer ministro de Israel, Naftali Bennett, instó ayer a los jóvenes del país a vacunarse contra el Covid-19, tras un aumento de los casos en el país debido a un brote localizado de la variante delta.
La Guardia de la Revolución Islámica de Irán presentó su propia vacuna contra el coronavirus, Noora, el fármaco comenzará ahora el proceso de ensayos clínicos con el objetivo de sumarse a los inmunizantes que existen en el país.
Pese a la falta de suministros médicos y la poca experiencia, los hospitales en Siria han mantenido bajo control al Covid-19.
El saldo por la pandemia en el mundo es de 180 millones 983 mil 568 contagios y 3 millones 920 mil 751 muertes, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins.