Ciudad de México. La fecha de la consulta ciudadana para iniciar un juicio contra ex presidentes se definió el 1 de agosto y no el día de las elecciones federales, por una cuestión “absurda” e “ilógica”, producto de la falta de voluntad de la oposición en el Congreso de la Unión, afirmó este lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Insistió que él no participará en el ejercicio como lo había expresado desde el momento que tomó posesión, ya que está pensando “hacia adelante”, pero llamó a promoverla, ya que adujo que no será difundida en la mayoría de los medios de comunicación.
Aunque la ley en la materia establece que este tipo de ejercicios debe realizarse el mismo día de la elección federal, se definió otra fecha porque “cuando se envió la iniciativa para la consulta se propuso que se celebrara la consulta el mismo día que la elección, sin embargo, los del bloque opositor no aceptaron, y por eso se cambió de fecha. Algo ilógico, absurdo, porque bien se pudo en la pasada elección, como lo establece el artículo 35, poner una mesa con boletas y de esa manera garantizar más participación ciudadana, más legitimidad, facilitar llegar al número de ciudadanos para que la consulta tenga un efecto vinculatorio”, indicó.
Durante su conferencia de prensa en Palacio Nacional, al ser cuestionado sobre este proceso, explicó que “no había voluntad en el Congreso, sobre todo de la oposición, ellos están más anclados en la democracia representativa, no les gusta la democracia participativa, y es hasta mucho decir que les gusta la democracia representativa porque suele pasar que no les gusta la democracia, aunque finjan, o les gusta la democracia siempre y cuando sea para justificar el dominio de una minoría sobre la mayoría del pueblo”.
De todas formas, subrayó, “hay que promoverla, los medios no la van a promover porque los medios están al servicio de los grupos de intereses creados, con honrosa excepciones, no les conviene, como se dice coloquialmente”.
Afortunadamente, dijo, ya hay un debate en redes sociales con posiciones contrapuestas. A la vez insistió que los conservadores han expresado posturas clasistas y racistas, por lo que les molesta la consulta ciudadana, la cual consideró un ejercicio que no sólo es legal, sino moral.
Explicó que “el periodo neoliberal es el peor periodo de la historia de México, fue un proceso de degradación, de decadencia, de degradación progresiva, ¿cómo no se va a revisar?, y no sólo es un cuestionamiento a los ex presidentes, sino al modelo que impusieron, con el propósito de saquear, de robar, humillando al pueblo de México. Entonces sí es un proceso importante. Yo siempre he respetado a quienes dicen ni perdón ni olvido; yo digo perdón sí, olvido no”.
Reiteró que es un proceso importante para que no se repita una situación que se vivió, de la cual aún se padece por los saqueos y abusos en materia de seguridad.
Afirmó que los altos índices de homicidios se mantienen porque se arraigaron las prácticas de violencia y se permitió la creación de grupos que crecieron al amparo del poder. “Ahí está el caso de García Luna, que era secretario de Seguridad Pública y estaba al servicio de uno de estos grupos”.
Apuntó que estos grupos -entre los que mencionó el de Sinaloa, o Del Golfo, de Jalisco o de o de Guanajuato, "que tanta violencia genera"- no se constituyeron en los dos años y medio del actual gobierno, sino que ya tienen su tiempo y se formaron en el periodo neoliberal porque había una asociación delictuosa en la que se les protegía.
De igual forma, sostuvo que ese periodo se dio aliento a un “modelo de vida individualista, aspiracionista” que consiste “en triunfar a toda costa, sin escrúpulos morales de ninguna índole, pasando por encima de los demás, haciendo a un lado el humanismo, el amor al prójimo, es escalar, encaramarse a como sea, tener dinero, bienes materiales, títulos, fama. Ese es el modelo que acompañó al saqueo neoliberal o neoporfirista, y eso es lo que defienden nuestros adversarios”.
También, señaló que había mucha simulación y se hablaba de la sociedad civil como de grupos independientes, pero que se llevaban parte del presupuesto y era lo que permitía llevar a cabo el saqueo.