Al conocer “la triste noticia del sangriento enfrentamiento que tuvo lugar en Reynosa, Tamaulipas, y en el que numerosas personas inocentes perdieron la vida, el Papa hizo votos por el eterno descanso de los fallecidos, a la vez que reitera su firme rechazo por este episodio de injustificable violencia que enluta a esa comunidad cristiana”.
En una misiva divulgada por Eugenio Andrés Lira, obispo de Matamoros, enviada por el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, le pidió transmitir el sentido pésame del papa Francisco “a los familiares que lloran la pérdida de sus seres queridos”.
En tanto, la Iglesia católica lanzó un “basta a la violencia”, hizo un llamado a la unidad para construir la paz y señaló que estos son meses claves para un cambio de rumbo, “es tiempo de replantearnos si estamos haciendo lo suficiente”, sostuvo en el editorial del semanario católico de información Desde la fe.
Agregó que este mes “hemos sido testigos de múltiples hechos de violencia en el país”, dos de ellos ligados a la vida religiosa, se trata del asesinato del misionero franciscano Juan Antonio Orozco Alvarado, quien falleció en un fuego cruzado entre bandas criminales, en Durango. El otro fue una balacera que interrumpió una misa que se celebraba en la parroquia de San Juan Bautista, en Iguala, Guerrero.
La violencia “sigue golpeando nuestra cotidianidad y negándonos el derecho a la tranquilidad”, indicó y recordó que hace 11 años, en un exhorto, la Conferencia del Episcopado Mexicano hizo referencia a una crisis de legalidad, a una fractura del tejido social y a una crisis de moralidad. “Una crisis en la que no hay respeto a la integridad de las personas, y en la que se abren paso la mentira y la corrupción”.
Dijo que todo ello aún lastima al país y se hace evidente en los actos de violencia que han dejado miles devíctimas en este tiempo, por lo que es momento de replantearnos si estamos haciendo lo suficiente”.