Guadalajara, Jal. Autoridades del ayuntamiento de Guadalajara y Protección Civil decidieron desalojar el fin de semana el Hotel One, ubicado en el centro histórico de Guadalajara, casi frente a la catedral metropolitana, debido a que señalaron se encuentra en riesgo de colapso por fallas estructurales que se agravaron durante la construcción del túnel por donde pasa en esa zona la línea 3 del tren ligero.
El desalojo fue una medida para garantizar la seguridad de huéspedes, trabajadores y las miles de personas que circulan diariamente por el paseo Alcalde donde está ubicado el hotel, luego que según Protección Civil no se cumplió por parte de los propietarios la entrega de un dictamen estructural y el apuntalamiento del edificio.
“Hicimos una revisión de medidas de seguridad estructurales del edificio tras la cual nos percatamos que hay algunos daños. (A los propietarios) se les pidió hace tiempo un dictamen estructural en el que nos dijeran qué daños tienen, qué tipo de reparaciones tienen que hacer y al momento no han cumplido”, detalló el coordinador municipal de Protección Civil, Felipe de Jesús López Sahagún.
La fecha límite para presentar tanto el dictamen como realizar el apuntalamiento venció a la medianoche del sábado, pero se pidió por parte del hotel una prórroga de diez días para presentar el dictamen aunque en ese tiempo el negocio no podrá operar ni haber gente en su interior.
Además del hotel, este lunes se informó a locatarios de distintos negocios ubicados en la parte baja del hotel que tendrían también que desalojar, lo que ha causado una oleada de malestar en los comerciantes quienes, reunidos por la mañana en el ayuntamiento, exigieron a las autoridades que repongan las pérdidas que el desalojo implica.
La reunión duró al menos dos horas pero los comerciantes no lograron convencer a las autoridades y tendrán también, pese a su enojo, que esperar al menos diez días para que el hotel presente un nuevo dictamen y se dictamine si se podrán reabrir de nuevo los negocios.
La principal molestia expresada por los dueños de comercios es que no hubo aviso previo y las medidas de desalojo fueron decididas de manera unilateral, además que no hay autoridad que responda por las pérdidas económicas que significa cerrar sus negocios durante el tiempo que no se les permita operar.
Los daños en esa zona de portales del centro histórico atribuidos a la construcción del túnel por donde circula el tren ligero, no son los únicos derivados de la construcción de dicho medio de transporte a su paso por el paseo Alcalde, pues se calcula que por lo menos doce inmuebles sufrieron grietas o daños estructurales durante la obra por las vibraciones que produjo la máquina tuneladora.
El edificio histórico que alberga el Museo del Periodismo y las Artes Gráficas y el templo de San Francisco de Asís son los que permanecen cerrados desde hace al menos un par de años luego de que se detectaron graves daños en su estructura, pero también hay evidencias de problemas en paredes y muros de la catedral metropolitana y el santuario, el albergue Fray Antonio Alcalde y la plaza de la tecnología, entre otros.