Poco a poco se recupera el empleo formal cancelado por efectos del Covid-19, y al cierre de mayo pasado la cifra de trabajadores inscritos en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) está cerca de compararse favorablemente con la de marzo de 2020, cuando oficialmente se declaró la pandemia y comenzó la sacudida, tanto en México como a nivel global. Sin embargo, faltan más de 300 mil plazas laborales para “emparejar” los datos de 2020 y así comenzar a registrar alzas reales.
Según el Inegi, al cierre de mayo pasado el número de trabajadores inscritos en el IMSS fue ligeramente superior a 20 millones 109 mil, frente a 20 millones 483 mil de marzo de 2020. Los números serían más favorables si el sector empresarial hubiera cumplido su “compromiso” de no cancelar plazas laborales en diciembre del año pasado, pero como el hubiera no existe en ese mes despidió –no por efectos de la pandemia– a casi 300 mil trabajadores, con la promesa de recontratarlos (todos por outsourcing) a lo largo del primer trimestre de 2021.
Es de destacar que en los primeros días de diciembre de 2020 la cúpula empresarial firmó un “acuerdo” con el gobierno federal, mediante el cual se “comprometió” a “iniciar de inmediato la regularización del outsourcing” y “evitar” despidos en ese mes, el cual tradicionalmente es utilizado por los patrones para, sin más, mandar a la calle a cientos de miles de trabajadores con el fin de aumentar utilidades, evadir el pago de aguinaldo y, desde luego, al fisco.
La estadística del IMSS refiere que en diciembre de 2018 los patrones cancelaron 378 mil plazas formales; en igual mes, pero de 2019, 382 mil, y 277 mil en el cierre de 2020. Esa misma estadística permite conocer que la recuperación de esos puestos de trabajo lleva hasta un semestre; es decir, poco a poco los patrones recontratan al mismo personal que echaron en el último mes de cada año, para hacer lo propio en el siguiente diciembre, de tal suerte que el alcance real, si bien va, del citado “acuerdo” fue que sólo dos de cada 10 patrones lo respetaron. Los demás simplemente aplicaron la “fórmula tradicional”, es decir, la del outsourcing.
Del cierre de 2020 a la fecha se han “recuperado” alrededor de 336 mil plazas, pero es necesario otro tanto para igualar el empleo registrado antes de la pandemia. En su primera mañanera del presente año, el presidente López Obrador comentó sobre la “existencia de indicadores que permiten proyectar que en el primer trimestre la economía iniciará el crecimiento y se van a recuperar los empleos perdidos durante la pandemia, a pesar de la eliminación de plazas en diciembre, principalmente por los efectos de las prácticas de outsourcing”.
Lo primero se hizo efectivo, es decir, el proceso de recuperación y el fin de la recesión, pero en lo segundo aún queda camino por recorrer, no sólo para “emparejar” el número de trabajadores registrados en el IMSS (marzo 2020-mayo de 2021), sino para mejorar el perfil del empleo en el país, dejar atrás la precarización laboral y hacer cumplir la ley en materia de outsourcing, cuya práctica no será eliminada sólo porque se modificó la legislación respectiva.
En vía de mientras, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados detalla los resultados sobre la ocupación y el empleo en México a mayo. Documenta que la tasa de desocupación nacional fue de 3.99 por ciento en mayo pasado, lo que representa una baja de 0.66 puntos porcentuales respecto a igual mes de 2020, cuando fue de 4.65 por ciento. Por lo que toca a la subocupación en el país, el CEFP señala que, en comparación con el mes inmediato anterior, la tasa respectiva reportó una disminución de 0.83 puntos porcentuales, para ubicarse en 12.88 por ciento. En la variación anual (mayo de 2020 vs igual mes de 2021) ese indicador pasó de 4.19 a 3.99 por ciento, en 0.2 puntos porcentuales.
Las rebanadas del pastel
A La Jornada lo vimos llegar prácticamente en pañales, un verdadero bebé monero –por la edad, no por falta de formación– con su mochila al hombro atiborrada de lápices, colores, ideas y creatividad, la que a lo largo de tres décadas convirtió a Antonio Helguera en uno de los me-jores cartonistas políticos del país. Buen viaje, querido Toño. Te vamos a extrañar. Para Alma y sus niños, un gran abrazo, cariñoso y solidario.