Ciudad de México. La propuesta hecha por el Grupo de los Siete para gravar con un impuesto mínimo a las grandes corporaciones está lejos de llamarse histórico. Amoldado a los intereses de las grandes economías, que en cúpula acordaron una tasa de 15 por ciento, podría traducirse en que los países en desarrollo prácticamente no obtengan nada de él, expuso la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional (ICRICT, por su siglas en inglés).
En México con una tasa de 15 por ciento a las multinacionales, como propusieron los países del G7, se recaudarían 50 mil millones de pesos adicionales. Sin embargo, con una tasa de 21 por ciento, como ha propuesto el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el ingreso subiría a 90 mil millones de dólares, prácticamente el doble.
Incluso si se llevara al 25 por ciento que han propuesto diversas organizaciones sociales, entre ellas el ICRICT, el ingreso por corporaciones subiría hasta 130 mil millones de dólares en el país, detalló Jayati Ghosh, integrante de la comisión y profesora de Economía en la Universidad de Massachusetts en Amhers.
Con datos del Observatorio Fiscal, a cargo de Gabriel Zucman, la economista también ejemplificó que en Chile una tasa de 15 por ciento podría significar ingresos adicionales por 20 mil millones de dólares, una de 21 por ciento alcanzaría los 80 mil millones y una de 25 por ciento hasta los 120 mil millones de dólares.
Los datos muestran que de la tasa propuestas por el G7 a la que promueven las organizaciones de justicia fiscal hay un avance de 2.6 veces en lo que recuperaría México, pero en Chile sería hasta seis veces más. “Las diferencias son masivas” con un cambio en las bases de impuestos que “aparentemente no son tan diferentes”, exhibió Ghosh.
En ese sentido, dijo que el "peligro real" en América Latina y el mundo en desarrollo es que la tasa de 15 por ciento —cercana a la que tienen países de baja tributación también conocidos como paraísos fiscales— pueda minar la recolección de impuestos si esa tasa mínima se vuelve el máximo para estos países.
Martín Guzmán, ministro de Economía en Argentina, recalcó que impulsar un impuesto mínimo a las grandes corporaciones es ahora, dada la pandemia de Covid-19. Sin embargo, la propuesta de 15 por ciento para gravar a las corporaciones, “uno de los aspectos más tóxicos de la globalización”, se queda “muy corta frente a lo que se necesita”.
Agregó que los intereses de los países en desarrollo no se han visto reflejados en el acuerdo que se busca discutir entre el 8 y el 19 de julio por los ministros de Finanzas del G20. Esto se debe a “un asunto de relaciones de poder”. Por ello, agregó, las economías emergentes deben ir con una propuesta en conjunto que contrarreste lo hasta ahora presentado por Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos, integrantes del G7.