Barcelona. El salón mundial de la telefonía móvil (MWC), evento clave para el sector tecnológico, arrancó este lunes en Barcelona con un formato reducido y rodeado de múltiples precauciones sanitarias para esta edición que supone su esperado retorno físico desde el comienzo de la pandemia de COVID-19.
Este congreso es uno de los primeros grandes eventos profesionales a nivel mundial que vuelven a celebrarse de forma presencial. El salón tecnológico CES de Las Vegas se celebró en enero en forma virtual, mientras que el Congreso IFA de Berlín, previsto para septiembre, fue anulado.
“Es absolutamente increíble estar de vuelta aquí, en este escenario, en Barcelona”, aseguró Mats Granryd, director general de la asociación de operadores de telecomunicación GSMA, que organiza el salón, en su discurso inaugural.
“Gracias por haber venido”, dijo a los espectadores sentados en las sillas con dos metros de separación, y resaltó que había “muchos otros más uniéndose virtualmente”.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y el rey Felipe VI inauguraron oficialmente el salón en la mañana.
Uno de los ponentes más esperados del congreso será el magnate de la tecnología Elon Musk, creador de la empresa de autos eléctricos Tesla y de la compañía espacial SpaceX, que intervendrá el martes a distancia desde California.
El MWC, que suele celebrarse a finales de febrero, fue pospuesto para desarrollarse del 28 de junio al 1 de julio debido a la pandemia y concebido en un modo híbrido que alternará videoconferencias con expositores instalados en el palacio de Congresos de Barcelona.
Decenas de asistentes hacían cola en lunes por la mañana frente a un gran centro de test de COVID-19, obligatorio para entrar en las instalaciones, equipadas también con un sistema de ventilación que permite duplicar, e incluso triplicar, el flujo de aire en circulación.
Los participantes deberán llevar en todo momento una mascarilla FFP2 de seguridad reforzada, rellenar cada mañana una declaración certificando que no tienen ningún síntoma de la enfermedad, además de circular por los pasillos en un sentido predefinido.
Esta última consigna parecía poco respetada este lunes, aunque los pasillos -habitualmente llenos de gente- permanecían bastante despejados. Normalmente extendido en ocho pabellones, el congreso apenas ocupa tres este año.
La organización ha fijado un tope de 50 mil visitantes, por precaución, aunque no se espera que se superen los 35 mil. En años anteriores hubo 100 mil participantes, según los organizadores.
La edición de 2021 será muy reducida debido a la ausencia física de numerosos grandes fabricantes, tras la anulación del año anterior, decidida justo antes de los grandes confinamientos mundiales de la primavera de 2020.
Los pesos pesados del sector -como el coreano Samsung, el finladés Nokia, el sueco Ericsson o los estadounidenses Google y Facebook- renunciaron a desplazarse para no exponer a sus empleados al riesgo de contagio, aunque algunos intervendrán a distancia.