Sevilla. Bélgica, con un triunfo 1-0 sobre Portugal, y República Checa, que dio la campanada al derrotar 2-0 a Países Bajos, se clasificaron a los cuartos de final de la Eurocopa 2020, y se enfrentarán ante Italia y Dinamarca, respectivamente, en la siguiente ronda.
Un gol de Thorgan Hazard (42) en el estadio de La Cartuja de Sevilla mandó a casa al vigente campeón Portugal y dio a los belgas el pasaporte para Múnich, donde el viernes se enfrentarán a Italia por un puesto en las semifinales.
“Hemos eliminado a los actuales campeones, fue muy complicado. Para llegar hasta el final hay que saber sufrir”, dijo Thorgan Hazard a la televisión RTBF.
Después de avanzar a los octavos de final como líderes de grupo y pleno de victorias, los Diablos Rojos mantuvieron su impecable recorrido en la Eurocopa frente a Portugal.
Ambos salieron al campo con todas sus estrellas, pero el gol fue complicado en un duelo muy táctico entre dos conjuntos cautos y respetuosos de entrada.
Cristiano Ronaldo no fue protagonista o no supo serlo. La escuadra de Portugal echó de menos la eficacia de su jugador estrella, aunque el delantero tuvo la primera oportunidad en un tiro libre que salvó el arquero Thibaut Courtois. El primer tiempo estuvo igualado, casi decepcionante para el cartel que traía el partido.
Pero en un toque de ingenio se desató la euforia. El tanto llegó cuando Thorgan Hazard recibió un pase en la frontal del área para soltar un zapatazo cruzado que se coló a media altura en la portería de Rui Patricio (42) poniendo a Bélgica por delante en el marcador.
A la vuelta del descanso, los Diablos Rojos sufrieron un duro golpe con la salida de su pilar Kevin de Bruyne, quien resistió poco en la cancha debido a problemas en el tobillo izquierdo.
Sin uno de sus jugadores clave, Bélgica vio cómo Portugal animó el partido dando más intensidad a su juego y a su presión, haciendo recular a sus rivales. Los Diablos Rojos abandonaron el balón para cerrarse atrás y salir en rápidos contra ataques.
Sólidos en defensa, los belgas aguantaron los embates de los lusos, que se toparon con Thibaut Courtoisen una de sus mejores actuaciones.
El guardameta belga despejó un cabezazo a bocajarro de Ruben Dias (81) y apenas dos minutos después Raphael Guerreiro disparó raso al palo (83).
Bélgica, en el minuto 87 también sequedó sin su capitán, Eden Hazard, quien pidió el cambio por dolores en la parte trasera del muslo derecho. El duelo estaba sentenciado.
Cristiano, quien arrojó su cinta de capitán contra el suelo por la decepción tras el silbatazo final, se despidió a nada más un gol de convertirse en el máximo anotador en las selecciones. Se presentó al compromiso en el estadio La Cartuja de Sevilla empatado con el retirado ariete iraní Ali Daei con 109 conquistas.
El seleccionador de Bélgica, el español Roberto Martínez, se mostró feliz por la clasificación al afirmar que “mostramos una gran mentalidad” para ganar.
“Tuvimos que ser muy discipli-nados. Si hubiéramos estado un poco mejor en la definición podríamos haber aprovechado los ries-gos que tomaba Portugal”, añadió.
El estratega también se refirió a la lesión de Kevin de Bruyne. “Necesitaremos 48 horas para ver la gravedad de las lesiones. Está tocado en el tobillo, fue una entrada muy dura. En el caso de Eden (Hazard) es más un tema muscular. Haremos pruebas este lunes”, indicó.
En contraste, el timonel de Portugal, Fernando Santos, consideró “un resultado injusto” la derrota. “Pero esto es el futbol. Si haces gol ganas, Bélgica anotó y nosotros no. Estamos muy decepcionados, todos pensábamos que podríamos llegar a la final y ganar como en 2016”.
Schink y Holes dan triunfo a los checos
Más temprano, Países Bajos no pudo emular en esta ocasión a sus vecinos y se despidió de la Eurocopa incapaz de superar a República Checa, en Budapest, con una sorprendente derrota 2-0.
El mediocampista Tomas Holes marcó de cabeza el primer gol checo (68) y el delantero Patrik Schick, en su cuarto tanto en la competición, sentenció poco después (80). Las anotaciones llegaron con Países Bajos con apenas diez hombres desde el minuto 52, por una expulsión por mano de Matthijs De Ligt.
“Ese momento cambia las cosas y me siento responsable. He visto cómo mis compañeros pelearon después, y por ellos estoy orgulloso, pero me siento mal por esta acción”, expresó Matthijs de Ligt tras su expulsión.
El rival de República Checa en cuartos, el sábado en Bakú, será Dinamarca, que eliminó la víspera a Gales al golearlo 4-0.
La selección checa estuvo replegada en los primeros 25 minutos de partido, pero después comenzó a crear problemas a Países Bajos.
Al comienzo de la segunda parte, De Ligt recibió una tarjeta roja por tocar la pelota con la mano siendo el último defensa. El árbitro le sacó amarilla en un primer momento, pero consultó al VAR y aumentó el castigo (52).
El gol checo no tardó en llegar. Antonin Barák sacó un golpe franco desde el lado derecho, el central Tomas Kalas remató de cabeza y Holes empujó el balón a las redes con otro testarazo.
Minutos después, el propio Holes se filtró al área del rival y mandó un pase al primer palo para que Schick sentenciara a quemarropa.
La eliminación es otro fuerte golpe para Países Bajos, que regresaba a un gran torneo internacional tras perderse la Eurocopa 2016 y el Mundial 2018.
“Los detalles pueden alterar un partido y en un minuto cambió todo”, dijo el técnico de Países Bajos, Frank de Boer. “Lo tuvimos para ponernos 1-0. Son lecciones duras que debemos aprender”, añadió.
En tanto, Schick festejó la sorpresiva victoria de los checos. “Quizá no somos grandes estrellas como el equipo de Países Bajos, pero hoy hemos demostrado un formidable espíritu de equipo, hemos peleado y eso es lo que ha marcado la diferencia”, afirmó.
La última vez que la República Checa alcanzó la ronda de cuartos en un gran torneo fue en la Euro 2012, cuando perdieron ante Portugal. No clasificaron a los pasados tres mundiales y quedaron últimos en su grupo de la Euro 2016.