París. Con su larga cabellera plateada, la sexagenaria Caroline Ida Ours desfila y posa para las grandes marcas de lencería francesa a fin de hacer “visibles” a las mujeres de más de 50 años.
Su imagen en ropa interior para la última campaña de la marca Darjeeling provocó una avalancha de comentarios, unos entusiastas y otros de odio.
“Realmente no tengo el físico que podrían pedir las casas de lencería”, comentó sonriendo Caroline Ida Ours, de 61 años, que se lanzó en el mundo de los castings hace tres. Desde entonces, su trayectoria no ha dejado de mejorar.
“La celulitis, la grasa en mi vientre, los rollitos en la espalda, lo enseño todo sin problema, es arriesgado. Sobre todo hay mujeres que son crueles”, explicó la modelo, que se define como “sexigenaria”.
Al principio, sus hijos no lo aceptaban, pero ahora están “súper orgullosos” de sus actividades en la moda y de su blog, donde da consejos de maquillaje, estilismo y bienestar, pero también habla de la menopausia y del amor con un hombre 20 años más joven.
“Las mujeres jóvenes dicen ‘no tenemos miedo de envejecer gracias a ti’. Los comentarios crueles no me duelen, pero me dan rabia”, agregó.
La vida de Caroline, que trabajó para una empresa familiar de artículos de deportes, dio un vuelco a los 57 años por problemas de salud.
“Cuando desperté del coma, me dije ‘alto’, no se puede seguir así, tengo que hacer algo para mí”, recordó.
Después del blog, comenzaron las sesiones de fotos para la marca de lencería Maison Louve, los desfiles y el apoyo al movimiento “Body positive” (Cuerpo positivo).
Participó de nuevo el domingo en Trocadero, en París, en el desfile de las gorditas y otras modelos atípicas, lanzado hace tres años. Este movimiento ha crecido, se ufana su fundadora, la azafata Georgia Stein.
“Quería detenerme en la primera pasarela en 2018 (...) Pero hoy, milito no sólo por el cuerpo positivo, sino también por el síndrome de los ovarios poliquísticos (que le hizo pasar de la talla 36 a 44). Es lo que tengo y nunca hablamos de ello”, precisó.
Nuevas marcas se unen a este movimiento y la diversidad en los anuncios, especialmente de lencería, es ahora una realidad.
“Cada vez hay más influencers que se atreven a hablar de estos temas, a mostrar sus defectos, sin Photoshop. Las marcas finalmente han reaccionado, hay recuperación del marketing, por supuesto, pero mejor así”, resumió Stein.
“Poco a poco, me pregunté ¿dónde estaban las mujeres de más de 50 años? No las veía. En las revistas no aparecen, en el cine hay algunas actrices, pero son siempre las mismas”, destacó Caroline.
Los anuncios para este grupo de edad giran en torno al hogar y a los problemas de salud, lamentó. “Me dije a mí misma: hay que hacer algo más para romper esta invisibilidad. Así comenzó mi lucha”, expresó la modelo.
“La sociedad no acepta la vejez, pero desde el Covid-19 comenzó a abrir los ojos respecto de la generación senior. Gracias al presidente Emmanuel Macron, que tiene una esposa 20 años mayor que él (...), Francia está muy adelantada”, subrayó.