Madrid. La Mala Rodríguez publicó su libro de memorias titulado Cómo ser mala (Temas de hoy), un repaso a sus más de 20 años de carrera en la que la creadora de Lujo ibérico también aborda varios temas muy personales –música, drogas y sexo– e incluso revela que ha pasado por un aborto.
“Soy una persona que convive con sus contradicciones. Estoy en contra del aborto, pero aborté. Por tanto, nunca te obligaría a hacer lo que yo digo”, señala en uno de los pasajes recogidos por Europa Press, en una afirmación que viene acompañada por una creencia. “Videntes que conozco en Sevilla me cuentan que han visto el espíritu de muchos fetos vagando por hospitales”, relata en el libro.
A esto añade un malestar por haber abortado. “La imagen de esos cachitos de personas vagando por pasillos vacíos me aterra, fantasmas de futuros que esperan encontrarse. Además, mentiría si dijera que me sentí bien cuando aborté y conozco pocas mujeres que lo hayan llevado bien”, señala en uno de los momentos más íntimos de estas memorias.
En libro hay espacio para toda la vida de La Mala, desde la niñez de María Rodríguez Garrido –su nombre de pila– hasta sus recientes éxitos. Habla sin tapujos de su relación con las drogas o algunos encuentros sexuales pasajeros, así como de su vínculo con la industria musical.
Por ejemplo, tiene un sitio el trapero Cecilio G, a quien invitó a finales de 2013 como telonero de uno de sus conciertos, después de haberlo visto actuar en la sala Razzmatazz de Barcelona en calzoncillos. “Me encantó su rollo, lo flipé con él. Siempre me ha gustado la gente auténtica, los que son fieles a sí mismos hasta las últimas consecuencias”, destaca.
En el concierto en el que se conocieron también acudieron los por entonces amigos de Cecilio G, que posteriormente formarían la banda Pxxr Gvng. “Conocía a toda esta gente antes de ser ese grupo”, señala en el libro La Mala, quien grabaría después algunos temas con esa agrupación, como Egoísta o Mátale.
“Liberación sexual”
Hay un pasaje de estas memorias en el que La Mala cuenta cómo llega su “liberación sexual. Hasta ahora tenía una lista ridícula de tíos con los que había estado y no iba a llegar a los 40 años con ella, sobre todo si en cada país al que voy me encuentro putos dioses”, comenta, antes de narrar su primera orgía con una amiga.
Singular regalo
También recuerda alguna de sus fiestas, como en la gira de Bruja, en la que termina con un regalo peculiar en México: un kilo de cocaína. “La gente está dividida: los mariguaneros en un sitio, los cocainómanos en otro... Hablo con alguien que me sugiere que pruebe el peyote, yo le contesto que no estoy preparada”, afirma.
“Esas conversaciones que se tienen en una fiesta. En una de esas conozco a un alto funcionario de no sé qué, que me dice que me puede enviar a casa lo que yo le diga. Y yo le pido un kilo de cocaína que el tío me manda y me llega unos días después. La pasamos superbién”, cuenta la cantante gaditana.
La Mala también hace algunas reivindicaciones sobre su personalidad. “Estamos en 2021 y no debemos ir para atrás. Mejor ir quitándonos la ropa y asimilando que todos tenemos un cuerpo y una cara. Es que cuesta trabajo entender que yo quiera ser la que explote mi propio cuerpo. Jennifer López nos ha enseñado mucho en esta vida, no he visto una tía más calculadora: sólo hace cosas que le den dinero”.
La Premio Nacional de Música concluye con una reflexión sobre ser mujer. “Cada vez más tías te dicen que tienes que ser una guerrera, fuerte, dueña de tu destino, pero la verdad es que estoy hasta los ovarios de que otras piensen por mí y me digan que tengo que luchar un día sí, otro también. Quiero que defendamos el descanso de la guerrera de una vez por todas”.