El Museo Metropolitano de Arte (Met) de Nueva York reinició sus actividades presenciales con la gran retrospectiva Alice Neel: People Come First, de la artista estadunidense Alice Neel (1900-1984), considerada una de las exponentes de la pintura más radicales del siglo XXI y defensora de la justicia social.
Después del confinamiento invernal, los espectadores regresaron al Met para apreciar los rasgos característicos de la artista revolucionaria que usó el color de manera arriesgada y es reconocida por sus retratos de intensidad sicológica, muchos de ellos rebosantes de la pérdida y ansiedad de sus congéneres de la vida citadina.
Alice Neel mostró un autorretrato de sus carnes desnudas a la edad de 80 años. Una de sus últimas pinturas, como hizo casi toda su vida, rompió con los estándares marcados por su tiempo. Su cuerpo desnudo fue un golpe contra el ideal femenino y lanzó un manifiesto con la sinceridad de la vejez.
Nació junto con el siglo, el 28 de enero de 1900. Decidió tomar el camino del retrato que desafió los esquemas de su tiempo: “Pinté al neurótico, al loco y al miserable; incluso, algunos cuadrados”, afirmó.
Muchos de sus modelos fueron los cercanos e invisibles que la rodearon en Nueva York: niños y mujeres del barrio de Harlem, activistas contra el racismo, líderes del Partido Comunista y feministas de los años 60. “¡Soy una coleccionista de almas”, se autoproclamó.
Por mencionar un caso, una de sus retratos más notorios es el que realizó de Andy Warhol, exponente del pop art. El narcisismo, fría indiferencia y altivez del artista están ausentes en la mirada que plasmó Neel en 1970. No luce con su radiante cabellera rubia, maquillaje y lentes oscuros.
Está desnudo, Neel lo pintó en un total estado de vulnerabilidad. El torso sin camisa muestra el pecho flácido, una faja y las cicatrices que quedaron del ataque con arma de fuego que sufrió en 1968. No se observa la mirada desafiante; en cambio, los ojos están cerrados, retraídos.
De acuerdo con el Met, la ambiciosa revisión que ofrece en sus salas posiciona a Neel como uno de los exponentes de la pintura “más radicales del siglo XXI, una defensora de la justicia social”, lo cual se demuestra en unas 100 pinturas, dibujos y acuarelas.
En ellas dejó impreso el rostro de activistas manifestándose en las calles contra el fascismo y el racismo, junto a los niños del popular del Spanish Harlem.
Alice Neel se relacionó con ellos, era el pueblo que le importó, los luchadores de organizaciones políticas, artistas de la comunidad LGBT, los inmigrantes y los obreros. La ciudad de Nueva York fue otra de sus grandes musas.
El recinto dedica un espacio significativo a los retratos que hizo de la maternidad, mujeres mostrando el embarazo en plenitud o con sus hijos en brazos, amamantando con orgullo, “cuya candidez e irreverencia no tienen precedente en la historia del arte occidental”, afirma el Met.
Aunque la muestra se exhibe a los visitantes desde marzo pasado, el recinto de la Quinta Avenida, en Nueva York, presenta también material para el público a distancia gracias al acercamiento virtual.
Por ejemplo, en Instagram, mediante imágenes, mientras en Facebook, con diversos videos que ofrecen acercamientos temáticos de los retratos. Entre ellos , el recorrido virtual por varias obras que se puede reproducir en el siguiente enlace: https://www.metmuseum.org/metmedia/video/collections/modern/alice-neel-exhibition-tour