Desterradas es la historia de tres mujeres que representan la desesperación de miles de sinaloenses desplazados de sus comunidades de origen y que hoy, desde distintos barrios de la zona urbana, claman la asignación de viviendas dignas para enfrentar una nueva realidad junto con su familia, aunque esta acción del Estado resarciría apenas una mínima parte de los daños colaterales de la violencia.
En la primera década del siglo XXI la lucha de los cárteles por aumentar “su territorio” y la fallida intervención del gobierno mexicano, hizo que miles de familias huyeran de algunas comunidades serranas.
En el corto documental de Irene Sánchez, las protagonistas Eusebia, María de los Ángeles y María, hablan acerca de la cruda realidad de los que de la noche a la mañana se vieron despojados de todo y deben decidir entre huir para proteger su vida, o permanecer en sus comunidades en espera de su suerte.
Irene Sánchez señaló que en este proyecto se trata de visibilizar a las mujeres como víctimas del desplazamiento forzoso, que enfrentan violencia de género, problemas económicos, de vivienda, de salud y sicosociales, pues sufren rechazo, discriminación y dificultad de adaptación a un nuevo territorio.
“Cada desplazada vive una historia diferente, desde que huye de su pueblo con las manos vacías, peregrina en busca de refugio y de un empleo para subsistir en la ciudad, que no resulta tan fácil, además de tener sentimientos encontrados, porque la sociedad las discrimina al vincularlas con la violencia”.
Según el censo de la Secretaría de Desarrollo Social estatal y la Universidad Autónoma de Occidente, en Sinaloa son mil 870 familias desplazadas de los municipios de Choix, Rosario, Concordia, Badiraguato y Salvador Alvarado.
El cortometraje es una producción del programa Polos Audiovisuales, Capacitación Comunitaria, del Instituto Mexicano de Cinematografía, el Instituto Sinaloense de Cultura y el Museo de Arte de Mazatlán y fue exhibido en la plataforma de filmin latino (www.filminlatino.mx/corto/)
Sánchez es corresponsal de La Jornada en Mazatlán, tiene publicaciones en Crónica Estatal del Colegio de Bachilleres y cuentos colectivos del Colegio de Sinaloa.