La continuidad de la alianza Va por México en 2022 dependerá de la confianza entre los partidos coaligados (PAN, PRI y PRD), esto es, si cumplen lo que se pactó y no ceden a las presiones del gobierno federal.
Así lo consideró el perredista Miguel Alonso Raya al opinar sobre la ambivalencia del tricolor, pues se ha mostrado dispuesto a dialogar con Morena, aunque al mismo tiempo afirmó que no apoyará las reformas constitucionales que impulsará el Ejecutivo federal.
El PRI aún se dice abierto a mantener el alineamiento de las tres fuerzas políticas en las elecciones de 2022, cuando se renovarán las gubernaturas de Aguascalientes, Hidalgo, Durango, Tamaulipas, Oaxaca y Quintana Roo.
El panista Ernesto Ruffo expresó que a los tres partidos no les queda otro camino que seguir juntos, pero ello se tiene que reflejar en el proceso legislativo.
Alonso Raya señaló que en la elección del 6 de junio, la coalición no logró los objetivos: ganar la mayoría de las gubernaturas y en la Cámara de Diputados. Sólo evitaron que Morena tuviera la mayoría calificada en San Lázaro. Por eso, el presidente Andrés Manuel López Obrador abrió la posibilidad de pactar con el PRI.
El perredista resaltó que la alianza Juntos Haremos Historia conformada por Morena, PT y PVEM, tampoco alcanzó la meta de ganar todas las gubernaturas y la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, pero le fue bien a pesar de la crisis económica, la inseguridad y la pandemia.
Atribuyó ese resultado a que Va por México no logró construir una narrativa que compitiera con la gubernamental, le faltó audacia e imaginación y no pudo verse como alternativa, además de que erró al imponer candidatos en detrimento de aspirantes con más posibilidades de triunfo por su arraigo local.
La votación que tuvo PRI, PAN y PRD se debió al voto en contra de López Obrador y no tanto porque la ciudadanía estuviera a su favor, puntualizó Ruffo Appel, quien también criticó que no se postulara a personas de la sociedad civil.