En lo que va de 2021 por lo menos tres defensores del agua han sido asesinados en el país, igual número de casos que en todo el año anterior. Los crímenes han sido dirigidos hacia activistas que luchaban contra el despojo provocado por pozos de agua de empresas trasnacionales, proyectos hidroeléctricos y construcciones que arrebatan el líquido vital a sus comunidades.
La violencia contra los defensores ambientales en general va en aumento y el homicidio ha sido la agresión más recurrente por segundo año consecutivo desde que empezó la actual administración federal, entre 2019 y 2020 sumaron 33 asesinatos, de acuerdo con el Informe sobre la situación de las personas defensoras de los derechos humanos ambientales en México 2020 del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda).
Edith Olivares Ferreto, directora ejecutiva de Amnistía Internacional (AI) México, señaló en entrevista que el país es uno de los más peligrosos para defender la tierra, el territorio y el medio ambiente; en América ocupa el segundo lugar, tan sólo atrás de Colombia.
En México, los defensores enfrentan diferentes riesgos, en muchos casos los ataques que reciben vienen de agentes del Estado, en varios más “la defensa se realiza en territorios que están en disputa con actores del crimen organizado”, mencionó. La mayoría de las agresiones, dijo, continúan impunes.
Según el reporte del Cemda, durante 2020 hubo 18 defensores ambientales asesinados, de los cuales tres se relacionaron con temas del agua. El 24 de septiembre de ese año, en Tecate, Baja California, fue asesinado Óscar Eyraud Adams, defensor en su comunidad Kumiai de Juntas de Nejí, ante el despojo provocado por pozos de agua de empresas trasnacionales en ese municipio. Un día después, también en Tecate, fue asesinado su cuñado, Daniel Sotelo.
En Jiutepec, Morelos, Isaac Herrera Avilés fue asesinado en su vivienda. Era defensor de la reserva natural Los Venados, donde se pretendía construir un complejo habitacional, y representante legal de los 13 pueblos en defensa del manantial Chihuahuita.
En cuanto a 2021, a principios de marzo fue asesinado Jaime Jiménez Ruiz, quien se oponía a la construcción de proyectos hidroeléctricos en Río Verde, Oaxaca. El 8 de junio, Luis Domínguez Mendoza, líder de la tribu yaqui, fue ultimado en el centro de Ciudad Obregón, municipio de Cajeme, Sonora.
El 21 de junio se confirmó que el cuerpo hallado al sureste de Vícam, Sonora, el día 18 de este mes, corresponde al de Tomás Rojo Valencia, también líder de la tribu yaqui y portavoz de los pueblos en resistencia durante la construcción y operación del acueducto Independencia en la entidad.
Olivares Ferreto destacó que los defensores ambientales realizan una labor que correspondería al Estado hacer, proteger el agua, los territorios y los bosques, y es su responsabilidad garantizar que estas personas desarrollen su defensa en condiciones seguras.
En ese sentido, dijo que en el país hace falta una política integral que permita identificar los riesgos en que pueden estar las personas defensoras y prevenir los ataques. Al momento, añadió, México sólo cuenta con un mecanismo dirigido a defensores de derechos humanos, que es reactivo y muchas de las medidas que implementa están diseñadas para entornos urbanos.