Al cumplirse 81 meses de la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, en Iguala, en septiembre de 2014, Vidulfo Rosales, abogado de las familias de las víctimas, afirmó que a esta fecha se llega “con mucho dolor”, pero también con la esperanza de que a más de seis años “sí se puede lograr la identificación” de los jóvenes. Lo anterior, tras los últimos resultados informados por el gobierno federal.
No obstante, destacó, es necesario dirigir “las acciones penales contra los altos funcionarios que estuvieron involucrados”, como Jesús Murillo Karam, Miguel Ángel Osorio Chong y Enrique Galindo Cevallos. Pidió también acelerar el ritmo de las investigaciones.
Pareciera, agregó, “que el gobierno no quiere entrar en conflicto con las clases políticas. Por eso les resulta más cómodo no direccionar las investigaciones por este lado”.
De igual forma, instituciones como la Secretaría de la Defensa Nacional “deberían tener la mayor de las aperturas y los mayores aportes. Hoy día lo único que ésta hace es prestar auxilio en las búsquedas, pero en el tema de las investigaciones hay hermetismo”.
En un mitin en el Hemiciclo a Juárez, tras marchar desde el Ángel de la Independencia, Rosales también dijo que hay temor de que este gobierno, al igual que el anterior, se vea tentado a establecer “una nueva narrativa con el testimonio, la declaración, del testigo (protegido) Juan” y con las tres identificaciones de igual número de estudiantes. “Esto es algo que está en la mesa, que muchos sectores del gobierno tienen como una carta”, agregó.
En la movilización participaron padres y madres de los jóvenes de Ayotzinapa desaparecidos, así como estudiantes de otras escuelas normales e integrantes de organizaciones populares. Antes de llegar a su destino, hicieron una parada en el Antimonumento 43, donde llevaron a cabo el pase de lista de las víctimas.
En el mitin los familiares exigieron que se dé con la verdad. “No ha sido fácil este camino, han pasado cosas que nos han dolido mucho, pero eso no nos va a pegar ni a decir que nos callemos. Vamos a alzar la voz para que nos presenten con vida a nuestros hijos”.
En tanto, en Chilpancingo, Guerrero, como cada 26 de junio, decenas de estudiantes de la normal rural marcharon para exigir nuevamente al presidente Andrés Manuel López Obrador que resuelva este caso de desaparición.
En la marcha, que se inició en la alameda Granados Maldonado, participaron contigentes de organizaciones sociales y magisteriales, del colectivo Los Olvidados de Ayotzinapa, así como Bertha Nava, mamá de Julio César Ramírez Nava, uno de los normalistas asesinados en 2014 en Iguala.
Casi al mismo tiempo, al mediodía, decenas de alumnos de la Normal de Ayotzinapa tomaron las casetas de cobro de la Autopista del Sol México-Acapulco, tanto en Palo Blanco, en Chilpancingo, como en La Venta, Acapulco.
Durante este acto dieron paso a los automovilistas a cambio de una cooperación voluntaria y también exigieron la presentación con vida de los 43 normalistas.
Dijeron que el dinero recaudado es para mantener el movimiento por la presentación con vida de sus compañeros.
(Con información de Sergio Ocampo Arista, corresponsal)