Washington. Atrasado en su objetivo de vacunación contra el Covid-19, el gobierno de Joe Biden está enviando funcionarios de primera línea a todo el país, diseñando anuncios para nichos y reclutando organizadores comunitarios para convencer de que se vacunen aquellos que no lo han hecho.
La estrategia parece una campaña política. Pero el mensaje tiene que ver con la salud pública, no con la ideología. El objetivo es un grupo que las autoridades de salud denominan el “medio móvil”: unos 55 millones de adultos, muchos de ellos menores de 30 años, que podrían ser convencidos de vacunarse contra el coronavirus.
“No solo habrá sitios de vacunación masiva”, dijo el secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra. “Será de puerta en puerta. Con clínicas móviles, en la iglesia, la peluquería, la tienda de comestibles”.
Las autoridades están aprovechado un nuevo tema de conversación: la variante delta que es más contagiosa y azota a la India se está extendiendo en Estados Unidos. Esta variante ahora representa casi uno de cada cinco muestras de casos confirmados en el país y muchos de los infectados son jóvenes y no están vacunados.
La Casa Blanca está enviando a sus principales nombres a impulsar la campaña.
El presidente Biden visitó un sitio de vacunación móvil en Raleigh, Carolina del Norte, el jueves. Horas antes, la primera dama Jill Biden tomó la mano de una mujer en un sitio de vacunación en Kissimmee, Florida.
Doug Emhoff, el esposo de la vicepresidenta Kamala Harris, ha visitado al menos 19 estados según su recuento.
La administración también ha reclutado celebridades y atletas, incluida la estrella de la música country Brad Paisley y el equipo de hockey Lightning de Tampa Bay. Se ha asociado con Twitch y Riot Games para llegar a los jugadores en línea y con Panera y Chipotle para ofrecer comida gratis a quienes se inyecten.
No está claro qué tan bien está funcionando la estrategia de promoción. Las tasas de vacunación han caído por debajo de un millón por día y aún no hay señales de cambio. El gobierno ya reconoció que no alcanzará el objetivo de Biden de vacunar al 70 por ciento de los adultos antes del cuatro de julio, cuando el país celebra el Día de la Independencia.
Hasta hoy, unos 170 millones de adultos estadounidenses han recibido al menos una vacuna. Un análisis de The Associated Press sugiere que es posible que la meta de Biden se alcance hasta finales de julio con las tasas actuales de vacunación.