De noche les pasó a los taurinos del país que el jueves 24 de junio se cumplieron, apenas, 495 años de que se celebró el primer festejo taurino en México, prueba fehaciente de que el pensamiento único y el Consenso de Washington han hecho mella en la memoria de muchos pueblos, incluidos aquellos sujetos directamente involucrados en la preservación y el fortalecimiento de determinadas tradiciones. Bueno, a dos aficionados pensantes, no.
Salvador García Bolio, bibliófilo taurino de muy altos vuelos, director del utilísimo portal www.bibliotoro.com y editor de la Gaceta Taurina, me recuerda que “el pasado 24 de junio, se conmemoraron 495 años de corridas de toros en México, siendo el espectáculo más antiguo en México”, antes que la charrería y a la par de la misa, habría que agregar.
“El primer festejo se cita en la quinta carta de relación que Hernán Cortés escribió a Carlos V dando cuenta sobre su viaje a Las Hibueras, hoy Honduras, en la que se lee: ‘Otro día, que fue de San Juan, como despaché este mensajero, llegó otro, estando corriendo ciertos toros y en regocijo de cañas y otras fiestas y me trajo una carta del dicho juez…’
“Faltando cinco años −añade García Bolio− para celebrar los 500 años de corridas de toros en México, los primeros protagonistas de los futuros festejos a los que debe llamarles la atención tamaña fecha es a los ganaderos de toros de lidia, ya que algunas de las reses que nazcan este año serán las que deban lidiarse durante esas celebraciones, si es que de verdad se quiere dar relevancia a esa conmemoración. Cinco años son más que suficientes para preparar con esmerado compromiso un digno programa de actividades desde el mismo primero de enero de 2026.
Como parte de un futuro proyecto cultural Salvador propone lo siguiente: “Que durante 2026 la leyenda ‘500 años de corridas de toros en México’ se destaque en cuantos carteles y ferias se celebren. Y un proyecto mayor: invitar a los aficionados de cada estado de la República Mexicana a darse a la tarea de formar y editar la historia taurina de su estado. No una edición de lujo sino un recuento sobrio e interesante a partir de archivos públicos y privados, hemerotecas, coleccionistas, tesis profesionales de historia, sociología y antropología, así como encastes, carteles y efemérides de cada entidad”. A ver cuántos taurinos, empresarios, ganaderos, peñas, autoridades, comunicadores y demás, apuestan en estos cinco años para que los festejos de tan señalado aniversario estén a la altura de la grandeza de este espectáculo, que ha sabido sobrevivir a virreyes, emperadores, dictadores y presidentes. Enaltecer la fiesta brava en sus 500 años debe ser ¡ya! tarea de todos”, concluye García Bolio.
Jaime Oaxaca, periodista poblano, en su página de Facebook ese mismo 24 de junio recordó: “La primera corrida se efectuó en la plazuela llamada del Marqués, situada en la parte posterior de lo que hoy es la Catedral de la Ciudad de México. Toros y caballos se guardaban en un corral ubicado en la calle 5 de Mayo, a un costado del edificio del Monte de Piedad. Esta apatía o ignorancia para no celebrar tan importante aniversario de las corridas de toros en nuestro suelo es tan torpe como no celebrar nuestro propio cumpleaños o el de un ser querido”.
“Quienes manejan la Plaza México podrían iniciar las novilladas el domingo más cercano al 24 de junio, con una promoción y una inauguración en grande y un cartel como corresponde a una fecha tan significativa, una exposición pictórica y fotográfica, alguna mesa redonda, concierto de pasodobles, etcétera, pero a la empresa actual sólo se le ha ocurrido poner bares en la explanada del coso”…
