Washington. Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y Canadá manifestaron ayer su disposición para “revisar” las sanciones contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela si una negociación liderada por venezolanos muestra progresos hacia la realización de elecciones libres.
“Saludamos los avances sustantivos y creíbles para restaurar procesos e instituciones democráticas esenciales en Venezuela, y estamos dispuestos a revisar las políticas de sanciones sobre la base de avances significativos en una negociación integral”, señalaron en una declaración conjunta.
El texto fue firmado por el secretario de Estado estadunidense, Antony Blinken; el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y el ministro de Asuntos Exteriores canadiense, Marc Garneau.
Los tres enfatizaron que la “solución pacífica” para Venezuela debe surgir de un diálogo interno “con la participación de todos los interesados”, conducente a “elecciones locales, legislativas y presidenciales creíbles, inclusivas y transparentes.
“Hacemos un llamado por condiciones electorales que cumplan con los estándares internacionales para la democracia, comenzando con las elecciones locales y regionales programadas para noviembre de 2021”, dijeron.
Estados Unidos, la UE y Canadá desconocen el mandato de Maduro iniciado en enero de 2019 por considerar ilegítima su relección en mayo de 2018. Las tres partes tampoco reconocen la autoridad de la Asamblea Nacional (parlamento), elegida en diciembre de 2020 y dominada por el oficialismo.
Estados Unidos, Canadá y muchos países europeos se encuentran entre las 60 naciones que respaldan al líder opositor venezolano Juan Guaidó, quien se autoproclamó “presidente encargado” en su condición de jefe de la Asamblea Nacional elegida democráticamente en 2015.
Estados Unidos, la UE y Canadá impusieron numerosas sanciones económicas a Caracas, entre ellas un bloqueo de facto de Washington al crudo venezolano, en el contexto de una presión concertada para una “restauración” de la democracia en Venezuela.
En su declaración conjunta, estas tres naciones destacaron su compromiso de “abordar la grave crisis humanitaria” en Venezuela y celebraron “un mayor acuerdo entre todos los actores políticos” para permitir el ingreso de alimentos, medicamentos y suministros para luchar contra el Covid-19.