Un total de 73 congresistas demócratas enviaron una carta al presidente estadunidense, Joe Biden, en la que lo apremian a declarar ilegales los asentamientos judíos en territorios palestinos reocupados y a revertir las medidas proisraelíes adoptadas por su antecesor, Donald Trump. Los firmantes también solicitan al mandatario abandonar “la prolongada política bipartidista” que ha marcado las relaciones entre Estados Unidos e Israel.
En la misiva, con fecha del 23 de junio y publicada ayer por el cotidiano Jerusalem Post, los congresistas piden a Biden “dejar claro que Estados Unidos considera que los asentamientos son inconsistentes con el derecho internacional” y que, por una cuestión de congruencia, los documentos oficiales del gobierno se refieran al estatus de Cisjordania y la franja de Gaza como “territorios ocupados”.
El documento está firmado por siete presidentes de comités de la Cámara, entre ellos Rosa DeLauro y John Yarmuth, y la asistente de la vocera del cuerpo colegiado, Katherine Clarke.
También se unieron a la iniciativa siete legisladores judíos: Jan Schakowsky (quien propuso el llamado a Biden), Andy Levin, Steve Cohen y Jamie Raskin.
Trump fue el primer presidente estadunidense en reconocer el derecho de Israel a anexarse partes de Cisjordania y la meseta del Golán, además de mudar la embajada estadunidense de Tel Aviv a Jerusalén, ciudad que los palestinos también reclaman como su capital histórica.
Trump también propuso un “plan de paz” para la región que consistía en que los palestinos renunciaran a sus territorios y a fincar su Estado con Jerusalén este como capital, lo que destruyó años de negociaciones de paz hacia la “solución de dos estados”, apoyada por la comunidad internacional.
En tanto, un órgano del ministerio de defensa israelí dio a conocer el miércoles 31 proyectos de construcción en asentamientos de Cisjordania, la primera de dichas medidas bajo el nuevo gobierno del país.
Los planes aprobados por la administración civil incluyen un centro comercial, una escuela de necesidades especiales y una serie de proyectos de infraestructura y cambios de zonificación en los asentamientos existentes en Cisjordania, reportó la prensa israelí.
El nuevo gobierno del primer ministro Naftali Bennett fue juramentado a mediados de mes, desplazando a Benjamin Netanyahu después de cuatro elecciones que terminaron en punto muerto. Su coalición gobernante está compuesta por ocho partidos que representan un amplio espectro de posturas políticas, desde judíos ultranacionalistas hasta facciones liberales y un pequeño partido islamista.