Ciudad de México. El Colegio Nacional (Colnal) desarrollará el lunes un homenaje al artista Rufino Tamayo, a 30 años de su fallecimiento. La iniciativa original fue de Vicente Rojo (1932-2021), por la admiración que sentía por el pintor oaxaqueño y su “trabajo cromático, la riqueza de su lenguaje plástico y sus propuestas”, refirió el arquitecto Felipe Leal, quien asumió la coordinación del tributo tras el fallecimiento de Rojo.
La mesa Homenaje a Rufino Tamayo: 30 aniversario luctuoso incluirá la difusión de fragmentos sonoros y luego la versión íntegra del discurso de ingreso de Tamayo a ese colegiado, con apoyo de la Fonoteca Nacional. El documento de audio había permanecido inédito.
En entrevista con La Jornada, Leal (CDMX, 1956) explica que ahí Tamayo ya “es un hombre maduro muy convencido de su posición frente al arte, la importancia y el compromiso social de la creación artística. Prácticamente, fueron sus últimas palabras”.
Hace hincapié en la conmemoración para “poner en relieve un pintor que sin duda tiene gran importancia, pero quizás últimamente no lo hemos aquilatado tanto”.
En la mesa participarán Ingrid Suckaer, investigadora de arte moderno y contemporáneo; la curadora Mónica López Velarde Estrada; el crítico Jaime Moreno Villarreal; el arquitecto y escritor Fernando González Gortázar, y Felipe Leal.
El reconocido arquitecto adelantó que hablará del arte mural de Tamayo, tema que casi no se ha tratado. “Dada la potencia de los otros muralistas, quedó un poco eclipsado. Hay murales suyos importantísimos, más allá de los del Palacio de Bellas Artes y del Museo Nacional de Antropología” (MNA): en la Secretaría de Relaciones Exteriores, en el hotel Camino Real y en las sedes de Naciones Unidas, en Nueva York, y de su organismo dedicado a la Educación, la Ciencia y la Cultura, en París.
“Dado que también se conmemoran los 100 años del origen del muralismo, sobre todo el impulsado por José Vasconcelos, consideramos que era importante rescatarlos, por su importancia plástica y la aportación que hizo Rufino Tamayo a la plástica mexicana.”
Leal agrega que la relación de Tamayo y Rojo, “más que lo social, que sí está, es la parte cromática y en la matérica: el cromatismo de Vicente Rojo, de acuerdo hasta con su apellido, y la materia, la textura que trabajó Tamayo de forma extraordinaria.
“Si algo dominó Tamayo como pocos fue el color. Esas texturas evocan mucho, y hay una abstracción de la parte profunda de la cultura mexicana, lo que él vio en Oaxaca durante su infancia y cómo lo llevó a un lenguaje universal. Con Rojo pasa algo semejante. Ahí está ese vínculo, porque él interpreta la lluvia de México o los colores que están presentes.”
Destaca que “Rojo siempre estuvo fascinado por la luz de México. Su origen es Barcelona, donde tienes una iluminación mucho más homogénea, más filtrada. Aquí es de una intensidad que te hace que el color continuamente tome una relevancia mucho más grande.
“Tamayo, en el mural del MNA, se va a los orígenes del mundo prehispánico. Toca los temas cosmogónicos del pasado más remoto de México y toda esta relación con la naturaleza: los jaguares, el Sol; por ello, el gran heredero y admirador fue Francisco Toledo. Tuvo de maestro a Tamayo. Ya después tomó su propio rumbo.
“La relación con la naturaleza estuvo muy presente en Toledo, y Tamayo ya la anuncia con estas pinturas donde siempre pueden aparecer elementos cósmicos, los astros, la naturaleza, los animales y el colorido muy intenso. Ahí está una parte de México muy profunda llevada a una transición entre la abstracción muy interesante.”
Sostiene que hay ciertos simbolismos entre Tamayo y Rojo, quienes murieron casi a la misma edad, “Vicente era muy reservado, pero ese cumpleaños sí lo festejó y a los pocos días murió. Tamayo siempre anheló formar parte de el Colnal. Logró entrar, se le reconoció y al mes falleció”.
La mesa Homenaje a Rufino Tamayo: 30 aniversario luctuoso se desarrollará este 28 de junio a las 18 horas con transmisión en vivo en las plataformas digitales del Colnal.