Por cuarto día consecutivo desde la reactivación de los trámites para obtener la Tarjeta del Bienestar, miles de personas adultas mayores volvieron a realizar filas muy largas desde las primeras horas de este miércoles con tal de obtener la credencial, y lamentaron que la “mala organización” de estas tareas es la que está dando pie a aglomeraciones.
La “cola” que ayer se formó para realizar estas diligencias inició en las puertas de la llamada Torre Bienestar –ubicada en el número 51 de Paseo de la Reforma– y llegó hasta la explanada del Monumento a la Revolución, y aunque esta vez la fila había casi desaparecido a mediodía, la razón de ello es que sólo repartieron 2 mil fichas y ya no atendieron a quien no obtuvo una.
Entre las personas que no lograron realizar el trámite que necesitaban está Alfredo Gómez, quien ayer acudió con su esposa para ver si podían aclararle por qué no ha recibido los fondos del programa de ayuda de la Secretaría del Bienestar (SB), cuando él ya había hecho un registro previo. “Vamos a tener que regresar mañana (hoy) a las seis, porque sólo repartieron fichas hasta las nueve o 10 y ya. Yo ya había hecho el trámite en enero (de 2020), antes de la pandemia, y me dijeron que en julio me iban a dar la tarjeta, pero se suspendió todo y jamás me llegó el dinero”.
En los alrededores del inmueble, muchos adultos mayores van y vienen con sus papeles en mano, acercándose a corrillos donde trabajadores de la SB explican la situación, recibiendo con cara de fastidio y enojo la noticia de que ese día tampoco van a lograr hacer las diligencias que requieren.
“¡Las filas son enormes! Creo que dan determinado número de fichas nada más y es una cantidad enorme de población la que estamos viniendo. Agradecemos la atención, pero no sé si hay insuficiencia de personal o qué. En la tele anuncian que atienden hasta la última persona y eso es falso”, se queja Antonio Pérez.
Una de las solicitantes que, de una u otra forma, logró registrar ayer sus papeles y obtener su comprobante de inicio de trámite, fue María Consuelo García, quien a sus 66 años de edad acudió a registrarse al programa por primera vez.
Para ella, una de las principales fallas es concentrar a todas las personas en un solo lugar.