La Comisión Permanente manifestó su profunda preocupación “por los hechos recientes en los que las libertades políticas, civiles y de libre expresión están siendo agredidas en Nicaragua”.
A través de un comunicado, valoró la decisión del gobierno federal de convocar a consultas al embajador de México en Managua, a fin de conocer las acciones que han puesto en riesgo la integridad y libertad de representantes de la oposición, activistas y personalidades de la sociedad civil nicaragüenses.
Ayer, el subsecretario de Relaciones Exteriores para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes Zúñiga, se reunió con el embajador de México ante Managua, Gustavo Alonso Cabrera, para iniciar las consultas sobre la situación en el país centroamericano.
“Nos mantenemos atentos a la evolución de los acontecimientos”, informó el funcionario de la cancillería a través de redes sociales.
Por su parte, el Congreso mexicano hizo votos por que la elección presidencial del 7 noviembre próximo en Nicaragua se celebre de forma libre, legal, incluyente, transparente y pacífica. Eduardo Ramírez, presidente de la Comisión Permanente, a nombre de los senadores y diputados leyó el pronunciamiento al respecto.
Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, ha mandado detener a una veintena de personas, entre ellas cinco candidatos a la Presidencia, ex guerrilleros y disidentes del sandinismo, a los que se les ha aplicado la doctrina impuesta por la ley guillotina.
La presidenta de la Cámara de Diputados, la priísta Dulce María Sauri, señaló que la declaración de la Comisión Permanente, “no solamente me pareció oportuna, sino necesaria por la larga tradición que tiene nuestro país de una relación fraterna con el pueblo nicaragüense”.
De acuerdo con diplomáticos, el llamado a consultas es entendido como un mensaje que se utiliza en momentos de crisis, pero no significa el rompimiento de las relaciones diplomáticas. Se da cuando no hay comunicación entre presidentes.