El gobierno federal sostendrá reuniones entre “los interesados” alrededor de la presa El Zapotillo, en Jalisco, con el objetivo de alcanzar un acuerdo, indicó el presidente Andrés Manuel López Obrador. Sobre el rumbo que tomará este proyecto detenido desde 2014 por la oposición de habitantes, apuntó que al mismo tiempo que se debe analizar pros y contras por los costos que aún conlleva la obra, también es necesario considerar que hay dinero invertido del pueblo.
Ayer, durante su conferencia de prensa, subrayó que su gobierno analiza el desarrollo de distintos proyectos, en los que enlistó ferroviarios, carreteros y hospitalarios, para concluirlos a más tardar a finales de 2023 debido a que no dejará obras inconclusas.
De paso, sostuvo que contrario a gobiernos anteriores en los que empresas extranjeras de la industria eléctrica veían a México como “tierra de conquista”, ahora el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no ve al país como “patio trasero” y hay una relación de respeto.
Expuso que tras el malentendido por declaraciones de la vicepresidenta Kamala Harris, y aunque “ya estaban los conservadores festinando”, la funcionaria aclaró que no recomendó al gobierno mexicano “ayudar a las organizaciones no gubernamentales o a la sociedad civil y que cuidáramos la corrupción, y no tratamos nada de eso, nada absolutamente”.
En el caso de la presa El Zapotillo, adelantó que habrá reuniones pronto, porque “se cometieron muchos errores y además intencionados por la corrupción, porque lo que les importaba era eso, robarse el dinero, sin consultar a la gente, beneficiando a empresas extranjeras”.
También debe delimitarse si beneficiará a la población de León, Guanajuato; de Los Altos de Jalisco, o de Guadalajara.
No es el único proyecto en valoración. Por ejemplo, en el caso del tren ligero de Xalapa, Veracruz, se analizan los costos y tiempos de construcción, ya que requiere obras en conjunto como puentes, viaductos y estaciones.
Dichos análisis, explicó, se deben a que “ya (en) 2024 no queremos tener obras en proceso, porque no queremos hacer lo mismo que se hacía antes de dejar obras tiradas, inconclusas, porque, así como puede llegar un gobierno responsable que, aunque no le guste la obra, diga: Pues ni modo, ya aquí se invirtió y no es un daño mayor”.