Madrid. Los nueve políticos catalanes que estuvieron presos más de mil 300 días por su participación en la declaración unilateral de independencia, en octubre de 2017, salieron ayer de la cárcel gracias al indulto que les concedió el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y aparecieron con una pancarta en la que se leía: “Libertad para Cataluña”.
Los políticos catalanes cumplían condenas por los delitos de sedición y malversación de fondos públicos. Se les indultó únicamente por sedición, por lo que se les conmutó la pena de cárcel con la condición de que “no vuelvan a delinquir” en los próximos seis años, pero siguen inhabilitados para postularse a un cargo público.
El indulto fue inmediato: se publicaron los documentos aprobados la víspera en el Consejo de Ministros en el Boletín Oficial del Estado, después el Tribunal Supremo recibió la notificación y éste a su vez informó a las cárceles donde los implicados cumplían condena. Esto permitió que poco después del mediodía los nueve detenidos firmaran el documento que les concedía la excarcelación vía indulto, que además fue firmado por el rey Felipe VI en su condición de jefe de Estado.
A su salida, todos los presos emitieron un mensaje a favor de la amnistía, del regreso de “los exiliados” (en referencia a los políticos catalanes que se refugiaron en otros países para eludir a los tribunales españoles, entre ellos el ex presidente catalán Carles Puigdemont), y que se reconozca el derecho de autodeterminación del pueblo catalán con la celebración de un referendo de independencia pactado con el gobierno español.
La mesa para abordar el tema de la independencia de Cataluña comenzará el próximo 29 de junio, con una reunión entre Sánchez y el presidente catalán, Pere Aragonés.
La primera en salir de prisión fue la ex presidenta del Parlamento catalán Carme Forcadell, quien cumplía su condena en la cárcel de mujeres de Wad Ras en Barcelona. Cinco minutos después fueron liberados del penal de Lledoners, a unos 70 kilómetros de Barcelona, Oriol Junqueras, Joaquim Forn, Jordi Sánchez, Raül Romeva, Jordi Turull y Josep Rull, acompañados de Jordi Cuixart, quien estaba de permiso y volvió al centro penitenciario para firmar la excarcelación.
Salieron juntos con una pequeña pancarta en la que se podía leer “Freedom for Catalonia (Libertad para Cataluña).
La última en ser excarcelada fue la ex consejera Dolors Bassa, quien estaba en el penal de Puig de les Basses, en la localidad de Figueres.
Turul afirmó que “hasta que los exiliados no sean libres la nuestra no será una libertad plena. Nos han dado un indulto condicionado, revisable y parcial, pero nuestro compromiso no lo es. En ningún momento nos hemos sentido solos y esto ha sido gracias a vosotros, porque habéis sido el auténtico motor de nuestra fuerza y nuestro coraje”.
En los partidos de la derecha española se intensificaron los ataques a Sánchez por la medida de gracia, además de anunciar que presentarán recursos judiciales ante el Tribunal Supremo para anular las excarcelaciones.
El Partido Popular exigió la dimisión del mandatario y que se convoque a las urnas para “consultar a los españoles sobre los indultos”.