Washington. Una mujer de Indiana se convirtió ayer en la primera acusada en ser sentenciada por la insurrección del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos, pero no pasará tiempo tras las rejas, cumplirá tres años de libertad condicional, debe realizar 120 horas de trabajo comunitario y pagar 500 dólares. Mientras, Graydon Young, miembro del grupo extremista Oath Keepers se declaró culpable de conspiración y acordó cooperar con los fiscales, en lo que representa un gran avance en la investigación sobre ese intento de golpe de Estado alentado por el entonces mandatario Donald Trump.