Ibeth La Roca Zamora sintió que la derrota sufrida en su debut en Estados Unidos fue un robo. La rival, la estadunidense y ex olímpica Marlen Esparza, ganó por decisión unánime y se convirtió en nueva campeona mosca del Consejo Mundial de Boxeo, veredicto que la mexicana atribuye a la plataforma comercial que impulsa a la peleadora en ascenso.
El mercado estadunidense por fin se ha abierto a la versión femenina de este deporte y ha comprobado que las mujeres profesionales ofrecen espectáculos de buen nivel. Los salarios, además, son un incentivo para las boxeadoras mexicanas, cuya desigualdad respecto a lo que ganan los varones en este país aún es un tema pendiente.
“Cuando mencionaron que había una nueva monarca, me sorprendí”, admite Ibeth; “si ven la pelea y la comparan con las tarjetas, verán dos historias distintas”.
El anuncio recibió un sonoro abucheo y cuando la nueva monarca quiso hablar al micrófono arriba del cuadrilátero, el estruendo de rechazo lo impidió. Al bajar, Ibeth tuvo muchas felicitaciones y el público le reiteraba que había ganado.
“Incluso el promotor de Marlen, Óscar de la Hoya, me dijo que yo merecía el triunfo.”
Ibeth se admiró de la proyección que había detrás de Esparza. Una promoción que le encantaría ver en el boxeo femenil mexicano. “Es que así debe invertirse en una mujer en el deporte”, sostiene; “entiendo que eso influyó en la decisión. Quisiera ver eso en mi país”.