Los mexicanos creen que son menos pobres de lo que en realidad son, que la población más rica no lo es tanto y que quienes viven condiciones de pobreza no son tan pobres.
Un estudio del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) revela que el nivel de percepción de las desigualdades sociales y económicas en América Latina, incluido México, se aleja de la realidad, lo que frena que la ciudadanía demande más políticas redistributivas (como los programas sociales). El análisis hace un comparativo de la percepción sobre estos tópicos que tienen los pobladores de la región.
“Aunque los datos no permiten un examen más profundo de las razones por las que esto es así, una hipótesis es que la gente que se beneficia de sistemas injustos no quiere creer que obtuvo ventaja injustamente. En cambio, tal vez prefiere pensar, por ejemplo, que obtuvo un trabajo bien remunerado o el ingreso a una universidad de élite gracias únicamente a su inteligencia superior y su esfuerzo”, enfatiza la investigación.
En general, la población latinoamericana, apunta el reporte del PNUD, sobrestima el ingreso de 20 por ciento de los más ricos; sin embargo, en Colombia, Brasil, México, Nicaragua y Perú la gente lo subestima y cree que los ricos cuentan con menos de lo que en realidad tienen.
Los ciudadanos de estos países también perciben que 40 por ciento de la población más pobre registra más ingresos de los que realmente recibe.
“Creen que la distribución del ingreso es más igualitaria de lo que es y que la concentración en la parte más alta es menor. La gente que sobrestima los ingresos de los más pobres tiende a apoyar menos las políticas redistributivas”.
Un dato relevante es que si bien Chile y México tienen niveles de desigualdad similares, es mayor la proporción de chilenos que considera que la distribución del ingreso en su país es injusta (95 por ciento) a la de mexicanos (77 por ciento).
También, más chilenos consideran que hay más inequidad en el acceso a la justicia (94 por ciento), los servicios de salud (95) y la educación (92), que los mexicanos que registraron 83, 72 y 64 por ciento, respectivamente.
Con respecto a México, el estudio del PNUD subraya que el poder del mercado ha impactado en el bienestar en toda la economía a través de aumentos de precios que afectan principalmente los ingresos de los hogares pobres.
En las zonas urbanas del país, “las pérdidas relativas de bienestar experimentadas por las familias más pobres debido al poder de monopolio en los mercados de bienes esenciales –tortillas, carnes procesadas, pollo, huevos, leche y otros– son 19.8 por ciento superiores a las de los hogares más ricos”.