El presidente Andrés Manuel López Obrador comerá mañana con los once gobernadores electos postulados por la coalición encabezada por su partido, Morena.
“El jueves empiezo a recibir a los gobernadores electos, mañana. Voy a empezar con los once gobernadores electos de la coalición Juntos Hacemos Historia y me han solicitado audiencia el gobernador electo de Nuevo León, el de Querétaro; seguramente hará lo mismo la gobernadora electa de Chihuahua; falta el de San Luis”.
Como son once, los voy a invitar unos tamalitos de chipilín, vamos a comer, a las dos y media, tres, una comida, un puchero, frijol con puerco, tostones, comentó en la conferencia de prensa matutina.
En tanto, subrayó que el objetivo de su gobierno es no dejar obras inconclusas y revisar aquellas que gobiernos anteriores dejaron “tiradas”, a medio construir en medio de errores y actos intencionalmente corruptos.
“Lo que les importaba era eso, robarse el dinero, sin consultar a la gente, beneficiando a empresas extranjeras se daban estos contratos, iban avanzando, tenemos muchos casos así, el de la cervecera de Mexicali, afortunadamente ahí se canceló, pero los empresarios fueron muy comprensivos, ayudaron, porque a ellos les pintaron un panorama distinto, de que no iba a faltar el agua, las autoridades que dieron esos permisos, cuando estaban comprometiendo toda el agua de consumo doméstico.
“Se pudo resolver el problema de la termoeléctrica de Cuautla, una inversión de 20 mil millones de pesos, que no se podía echar a andar, dinero del pueblo, del presupuesto, con esa planta se alumbra todo Morelos, afortunadamente ya se llegó a un acuerdo que vamos a cumplir todos nuestros compromisos y les agradecemos mucho porque permitieron que pueda operar esa planta, que no va a utilizar aguas limpias sino aguas tratadas del drenaje de Cuautla, no se va a afectar el medio ambiente”, señaló para luego citar otros casos de carreteras y hospitales inconclusos pero que ya no se pueden recuperar porque fueron edificados en zonas de alto riesgo, así como proyectos como el de la presa El Zapotillo, en Jalisco.
“Esta presa, la de Zapotillo, que lo mismo, está la cortina, hay una resolución, el proyecto establece que se puede tener una cortina de 120 metros, la corte resuelve que sólo 80 metros.
“De todas maneras para que no se inunde el pueblo hay que invertir en bordos y proteger a la población y luego hay que resolver a quién beneficia el agua, si es a los pueblos de los Altos de Jalisco, a Guadalajara o a León, si alcanza, pero también si no llegamos al acuerdo dejamos ahí toda esa inversión porque es dinero del pueblo”, dijo.