Madrid. A las 6:10 de la tarde –hora europea–, el Escuadrón 421, integrado por la delegación zapatista que surcó los mares para viajar desde México a este continente, pisó tierra firme en Vigo, uno de los principales puertos de Galicia, donde fueron recibidos con música tradicional festiva, sobre todo gaitas, flautas y panderos, que se mezclaba con los aplausos y gritos de júbilo, en los que se escuchaba “¡Zapata vive, la lucha sigue!”
La misión del EZLN llegó en realidad a las costas gallegas el pasado domingo, alrededor de las 4 de la tarde, pero no pudo desembarcar por varias cuestiones de organización y también burocráticas, entre ellas, la realización de una serie de pruebas para corroborar que entre sus miembros no hay ningún enfermo de Covid-19, y después de que la Guardia Civil española, responsable de vigilar las fronteras marítimas, comprobó que todos los documentos estaban en regla.
A su desembarco en la Playa de Carril fueron recibidos por decenas de simpatizantes de la causa zapatista del Estado español, sobre todo de las organizaciones zapatistas de todo el mundo, aunque las delegaciones más numerosas eran las gallegas, vascas y madrileñas, que viajaron hasta el puerto de Vigo para darles ánimo y fuerza en esta gira que empezaron hace casi dos meses.
También había otras muchas personas que viajaron desde Suiza, Alemania, Italia, Reino Unido, Grecia e Irán para recibirlos en Galicia, donde permanecerán una semana para terminar de tocar tierra después del largo viaje y preparar los actos y las agendas para los próximos meses.
El objetivo de la gira es visitar hasta 30 países de Europa, en la que participan los que hicieron la travesía en barco de vela, entre ellos cuatro mujeres (Lupita, Carolina, Ximena y Yuli), dos hombres (Bernal y Darío) y una persona no binaria (Marijose), que denominan “otroa”. A lo largo de las próximas semanas se sumarán otros representantes zapatistas que viajarán en avión desde México.
Después de desembarcar y pisar tierra firme, fueron llevados – siempre rodeados por decenas de simpatizantes que aplaudían y les animaban en todo momento– a una especie de escenario en el que había tres canoas de madera pintadas a mano y que atravesaron el Atlántico, en el que realizaron su primer acto público. Con gritos constantes y enérgicos de “¡EZLN!” y “¡Zapata vive!”, los viajeros tomaron por primera vez la palabra en un acto simbólico para rebautizar la comunidad autónoma a la que llegan como “Tierra insumisa”.
Lo primero fue que, uno a uno, fueron dando la bienvenida a la delegación proveniente del sureste mexicano. Así lo hicieron los representantes de las redes zapatistas de Alemania, Grecia, Galicia, el País Vasco, Madrid y otros colectivos, como los que defienden y luchan por la erradicación de los desaparecidos en México, los militantes de las organizaciones LGTB o las agrupaciones de lucha “transfeminista”, y los defensores de la ecología y el medio ambiente.
Después se realizó la ceremonia en el templete, en el que había un gran letrero que decía “Xira por la vida (gira por la vida, en gallego)” y una bandera del EZLN. En el escenario, con las tres canoas y permanentemente música de gaitas y aplausos, después tomó la palabra el capitán de la embarcación, un ciudadano alemán que celebró la llegada con bien de la delegación e instó a la sociedad europea a “despertar” y “escuchar la voz” de la delegación.
“En nombre de todas las mujeres, niños y otroas zapatistas, declaró que esta tierra a partir de ahora se llamará Tierra insumisa, tierra que no resigna. Y así será reconocida por propios y extraños mientras haya alguien aquí que no se rinda, se venza o claudique”, señaló una de las integrantes de la delegación zapatista. Después fueron tomando la palabra uno a uno, para dar las gracias en sus respectivas lenguas”, dijo Marijose, del Escuadrón 421, quien celebró poder compartir sus experiencias rebeldes para decir al mundo capitalista que “otro mundo es posible” y “nunca más un mundo sin nosotros”.