En el contexto del juicio contra David Castillo, ex gerente de la empresa DESA, acusado de ser coautor del asesinato de la activista medioambiental Berta Cáceres –perpetrado el 2 de marzo de 2016–, la directora para las Américas de Amnistía Internacional, Érika Guevara Rosas, demandó hacer justicia a la líder indígena y proteger a su familia.
Destacó que este caso es emblemático no sólo por su importancia social, sino porque es la primera vez que un tribunal en Honduras “tiene que analizar el contexto de desigualdades, violencia y despojo que han enfrentado los pueblos indígenas y las personas que defienden sus derechos humanos”.
En conferencia de prensa virtual, organizada por el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), Guevara Rosas destacó que en dicho país “el peligro de muerte es constante para los defensores de las garantías fundamentales y el medio ambiente, y la impunidad es casi absoluta”. Señaló que desde el homicidio de Cáceres, más de 40 activistas han sido asesinados.
Sobre el juicio, recordó que el 29 de noviembre de 2018, un tribunal penal de Honduras halló culpables a siete de ocho personas acusadas del crimen, y en abril de este año, “tras una larga espera, dio inicio el juicio oral contra David Castillo”, cuyo proceso ha estado lleno de dilaciones, falta de transparencia y vulneraciones al acceso a la justicia.
Por su parte, las hijas de Cáceres, Laura y Berta, apelaron a las instituciones de justicia para que Castillo sea declarado culpable, “y cerremos una parte importante como víctimas y abramos los procesos hacia la autoría intelectual”.
Recordaron que su madre fue una defensora de la vida, que pasó toda su vida, desde muy pequeña, “en defensa de la población intentando, pensando y analizando cómo vivir en un país mejor”.